Importante, pero menos

Discrepo de la extrema importancia con la que se ha rodeado este Mallorca-Granada. Es trascendente para los andaluces, por cierto igual que el Espanyol y el Valencia amparados por capital chino, que se juegan el ascenso directo y dependen de si mismos, pero no para los locales que en mi opinión tendrían plaza en la liguilla incluso perdiendo, aunque ojalá no sea el caso.

Si, Diego Martínez ha conformado un bloque muy homogéneo, usa normalmente un 4-2-3-1, en el que llama la atención su robustez defensiva y el doble pivote formado por Montoro y Fede San Emeterio, tal vez la mejor dupla de la categoría en su posición. Arriba alternan como único punta Rodri o Adrián Ramos, pero su verdadero peligro llega a veces desde la segunda línea al irrumpir jugadores de las características de Vadillo, Pozo o Puertas. No en vano es el mejor visitante de Segunda, prácticamente emparejado con el Albacete y es el que menos encaja como bien saben precisamente en el Carlos Belmonte.

Pero el Mallorca también es el segundo de los locales, solo superado por Osasuna. A ningún rival le resulta fácil puntuar en Son Moix. Los de Vicente Moreno no regatean esfuerzo y acostumbran a superar e incluso crecerse ante la adversidad cuando en Palma las cosas se ponen feas. Unicamente manchegos y malagueños han regresado de Palma con los tres puntos y el resto han caido con las extraordinarias excepciones de Las Palmas, Extremadura y Elche.

La dirección del encuentro se ha confiado al castellano-manchego Arcediano Monescillo que, a sus 34 años, ya es un veterano con ocho temporadas en Segunda A. Pitó aquí el primer partido, contra el Osasuna, en el que señaló un penalti a favor de los de casa y anuló a los navarros un gol al interpretar falta en un remate de tijera de Nacho Vidal que pareció reglamentario. También actuó en el Cádiz-Mallorca del Ramón de Carranza, donde los rojillos protestaron que no aplicara la ley de la ventaja en una contra que provocó la expulsión de Mauro en el minuto 86. Ya había mostrado la tarjeta roja a Jairo en el 38. Alvaro Cervera acabó muy enfadado. El Granada no se lo ha encontrado desde el mes de octubre, en que ganó 1-0 al Almería en los Nuevos Cármenes.

Se trata de un colegiado equilibrado en general, aunque muy puntilloso en cuanto el choque se calienta. Valiente, si; pero tarjetero y de penalti fácil, también. Un tanto irregular, de ahí que siempre esté en las quinielas del ascenso pero nunca lo consuma.