Mensajes sin mensajeros

Robert Sarver viene a Mallorca y ni se molesta en convocar una rueda de prensa para enfrentarse a lascuestiones  que cada periodista considere oportunas y eso que intuyo que en lugar de preguntas le harían felaciones. Estos días el presidente oficial del club, Andy Kohlberg, se ha exhibido en Lugo y Son Bibiloni sin plantearse tan solo explicar algunas cosas, como el copatrocinio, hablemos en propiedad por favor, de Pay Pal, una compañía o un sistema de pago por internet. En el mejor de los casos Maheta Molango se programa una gira por los medios cada cuatro meses para no hacer sino el ridículo, tergiversando cada asunto según le conviene aun entrando sin rubor en numerosas contradicciones. Alguien debería sugerir que contraten a un portavoz, un poco al estilo de Butragueño en el Real Madrid, Guillermo Amor en el Barça, una mezcla de relaciones públicas o director de comunicación que mantuviera un contacto periódico con la afición. Y de nada, la idea es gratis.

Sería mucho más sencillo que dejarse querer por voceros de tres al cuarto sin la menor credibilidad, aferrados a sus propios egos para satisfacer su mal entendido orgullo y disfrazar su torpe ignorancia o pretender ya no matar al mensajero, sino atraerlo mediante falsas promesas casi siempre incumplidas o con filtraciones de noticias interesadas que, paralelamente, no interesan a nadie. Esto último todavía es peor.