Pre temporada para ellos

A las puertas de los primeros partidos de pre temporada no está de más recordar la escasa importancia de sus resultados. No es preciso siquiera analizar la entidad de cada rival, ni mucho menos sacar conclusiones del marcador final. Son pruebas que carecen de capacidad de evaluación y que únicamente sirven a los técnicos y a los propios jugadores, aun así con precaución.

Las plantillas no suelen estar terminadas, la preparación física apenas forzada, la alimentación adaptada al verano y un esfuerzo menor, los ensayos poco experimentados y las articulaciones del cuerpo de cada conjunto poco engrasadas. Se tiende a magnificar acciones individuales improbables en plena competición, donde los marcajes se hacen férreos, las entradas más fuertes, la velocidad de circulación mucho mayor y la rapidez mental una exigencia.

Menudean llamativos guarismos en función de la baja respuesta de ciertos «sparrings», pero tanto estos como los que se dan en caso contrario carecen de la menor trascendencia y si acaso son útiles de entretenimiento en tertulias de café y relleno de información en los medios. Aun así en ambos casos no faltan oráculos que prevengan el futuro, cual expertos radiólogos con conocimientos para diagnosticar síntomas inexistentes sin revelar siquiera la placa de la resonancia magnética.