Regreso al futuro

Con la disputa de la final de la Champions entre el Bayern y el Paris Saint Germain y el partido de vuelta del play off de ascenso a primera división, Girona-Elche, este domingo culmina la convulsa temporada 2019-20. Dentro de tres semanas empieza, es un decir, la 2020-21 y todavía no se han sorteado calendarios, perfilado plantillas, establecido protocolos anti COVID 19 y todo lo que conlleva arrancar una competición justo en el momento en que los contagios se han vuelto a multiplicar. Vamos, que puede haber un «caso Fuenlabrada» cada jornada.

En el Mallorca el silencio es oro. Si con Kubo, Cucho, Lumor y Pozo su plantilla se consideró limitada para ser competitiva en primera división, no sé yo si la recuperación de Stoichkov, aun en cuarentena, Russo y Antonio Sánchez bastan para conformar un vestuario capaz de luchar por el ascenso, único e irrenunciable objetivo. Todo eso sin saber si Budimir o Valjent, quizás Baba, seguirán en el club.

Ya manifesté mi sospecha de que los americanos han ordenado echar el freno en materia presupuestaria. Los rumores parecen confirmar lo temido. Su política dentro de su principal activo en materia deportiva, los Phoenix Suns, navega desde hace años en esta misma línea y aunque nunca hemos sabido qué clase de negocio buscaban en el fútbol europeo y, concretamente, en el Mallorca, me han dejado la sensación de permanecer tan impasibles con el descenso a Segunda B, que aprovecharon para reducir personal y gastos, como con el ascenso a primera división, que no se plantearon como un avance hacia el futuro cual cabía esperar y desear.