Señales de preocupación

No, no voy a remar en contra de mi propia opinión y no entraré a valorar el resultado ni la actuación del Mallorca como equipo en su invitación a las verbenas de Boiro, o lo que sea la Copa. Pero si parece oportuno apelar a otra cuestión: los méritos de jugadores suplentes para luchar por la titularidad.

Aunque se trate de partidos facilones, debemos valorar la actitud, ganas y virtudes que los futbolistas menos habituales exhiben al gozar de oportunidades para demostrar su capacidad por tener un hueco en las alineaciones iniciales, lo que en los tiempos del cuplé se decía «tienen que comerse la hierba». Y no, a excepción hecha de Javi Llabrés, que le puso más interés que los demás, no vimos nada de todo esto.

Morlanes aquejado de una lentitud exasperante y en contradicción con el arma preferida de Javier Aguirre, el contraataque. Amath empeñado en acciones individuales sin terminar una sola de ellas, Larin con su habitual trote al ralentí, lo mismo que Abdón pese a sus tres goles, dos de ellos de penalti. Difícil valorar a los defensas ante un contrincante claramente inferior, pero sin soslayar la imprecisión en la salida del balón de Copete o Van der Heyden. Entre tres de estos futbolistas, quince millones de inversión.

La visita al Betis y la del Cádiz a Son Moix, marcarán el final del primer tercio de la competición, por ahora bajo el signo de una preocupación cada vez más justificada.