Solo somos clientes

Dicen que antes se coge a un mentiroso que a un cojo. No sé si es cierto porque nunca he perseguido a un cojo, pero si sé que hay gente que se auto retrata o situaciones que desnudan el alma de sus protagonistas.

El presidente del Levante, uno de los adalides de Javier Tebas, junto a los del Valladolid, el Getafe, Numancia o el CEO del Mallorca, entre otros, se ha destapado del todo al dejar caer la posibilidad de una huelga de clubs si el miércoles el juez falla a favor de la Federación Española de Fútbol en el contencioso que mantiene con la Liga por el asunto de los horarios de los partidos de primera y segunda división. Y no, ¡qué va!, a esto no se le llama presionar a su señoría para influir en en su sentencia.

Aun así, hay algo más grave y no es sino la poca consideración que los aficionados merecen a sus clubs. A la patronal puede que le interese mucho mantener partidos los viernes y lunes de cada semana, por el dinero baila el perro, sin embargo es evidente que los seguidores de cada equipo se han manifestado claramente en contra de una programación a medida de la televisión y en contra de quienes aportan el calor de la grada. Y, perdonen si soy duro, pero ya es hora de que los socios y/o abonados de cada sociedad anónima deportiva entiendan que no son tales, sino simples clientes, son el sostén sentimental de un negocio en el que no pintan nada y no interesan más que para justificarlo.

Otro día podríamos entrar a considerar si la salvación económica de los clubs parte de un alocado aumento de ingresos que permiten un gasto insensato. Quizás haya llegado el momento de revisar no los contratos con las plataformas televisivas, sino los salarios y contratos de los futbolistas y otros dispendios ocasionados por pretemporadas absurdas, hoteles carísimos y demás caprichos adicionales. Otro día, si.