Querer y no poder

Un mandoble al principio y un regalo innecesario al final, cerraron la visita del Mallorca al Carlos Belmonte donde al Albacete le bastó sostener el solitario gol de Bela a los cinco minutos, para derrotar a los de Vicente Moreno que solo remataron una vez en todo el partido a pesar de cambiar dos veces de jugadores, dibujo y sistema. Un inútil dominio visitante, ficticio y en terreno de nadie, que no logra enmascarar otra decepcionante actuación lejos de Son Moix.

ALINEACIONES:

Albacete Bal.- Tomeu Nadal (1), Tejero (2), Arroyo (2), Gentiletti (2), Fran García (0), Dani Torres (1), Febas (2), Susaeta (1), Bela (1), Rey Manaj (0) y Zozulya (0).

Minuto 64, Alvaro Peña (1) por Rey Manaj. Minuto 77, Malsa (1) por Bela. Minuto 85, Acuña (-) por Zozulya.

R.Mallorca.- Reina (1), X. Campos (0), Valjent (1), Raillo (1), Estupiñán (1), Baba (1), S.Sevilla (1), Ariday (2), Leo Suárez (0), Dani Rodríguez (1) y Lago Jr. (1).

Minuto 51, Gámez (1) por Xisco Campos. Minut0 57, Stoijljovic (1) por Baba. Minuto 68, Alex López (1) por Leo Suárez.

ARBITRO:

Gorostegui Fernández (1) del Comité de Euskadi. Solo le complicó el comportamiento de algunos jugadores. Mostró tarjetas amarillas a Fran García y Dani Torres, del Albacete y a Raillo, del Mallorca. La roja a Parera, en el banquillo visitante.

GOLES:

Minuto 5, centro de Tejero al segundo palo donde Bela le gana la acción de cabeza a X.Campos. 1-0

Minuto 95, con Reina en el área local para rematar un saque de esquina, Susaeta roba el balón y ya en el área mallorquinista, tras atravesar todo el campo, es derribado por Raillo. El penalti lo transforma el propio Susaeta. 2-0

COMENTARIO:

Cuando un entrenador plantea un partido sin delantero centro, esa idiotez que se conoce como un “falso nueve”, y termina jugando con dos, reconoce implícitamente que se ha equivocado. Si se añade que empieza buscando superioridad numérica en el centro del campo, con uso y abuso del juego interior, y acaba abriéndose a las bandas que olvidó en un principio, la rectificación no es de sabios sino de tercos. Esto hizo Vicente Moreno para enfrentarse a un Albacete que tuvo la fortuna de marcar a los cinco minutos y no hizo otra cosa que administrar su ventaja sobre la inoperancia de este Mallorca que lanzó su primer y único disparo a la meta defendida por Tomeu Nadal cuando se habían consumido una hora y doce minutos desde el comienzo del encuentro. Un dato revelador por si alguien pone en duda la equidad del marcador.
  Si, el balón fue visitante durante la mayor parte del lance, especialmente en la segunda parte, pero ya recordaba José Mota que “si hay que ir, se va; pero ir pa ná, es tontería”. Mantener la pelota en tu poder para no hacer nada con ella, viene a ser lo mismo que ejecutar magníficos pasos de baile sin que suene la música. Del dicho al hecho hay mucho trecho, reza el refrán, y los bermellones no dejaron de recorrerlo con cantidad de recursos y armas todas ellas sin filo ni munición. Como contrapartida su anfitrión afinó una vez la puntería y dio en la diana. El penalti de regalo con el cronómetro rebasado no pasa de esa anécdota en la que, puestos a perder, Raillo se pudo ahorrar una tarjeta amarilla. El corazón le pudo más que la cabeza. Todo un síntoma aplicado al colectivo.
  Por aquello de llamar a las cosas por su nombre, no funcionó el primer intento de encontrar acomodo a Leo Suárez. Para dar ese último pase mágico se precisa un receptor y cuando los hubo, Alex López y Stoijljovic, nadie tuvo chistera ni conejo. A Xisco Campos cabe imputarle su vencimiento en el primer gol, pero a su técnico la debilidad de no incluir a Gámez desde el principio. Puestos a explotarle una mitad, mejor la primera que la segunda. Eso creo yo. Evitar la enfermedad funciona mejor que buscar el remedio. No mereció obsequio final el vencedor, pero no solo en el boxeo pierde quien amaga pero olvida pegar.