Los ecos de la noticia
La buena noticia es la prolongación del contrato de Joan Sastre con el Mallorca hasta el año 2023. Mejor aún, es la noticia por si misma. Alegría generalizada. Pues brindemos por el fin de la pesadilla y del «caso» inventado por Maheta Molango para presionar públicamente al jugador y advertirle sobre el «mal asesoramiento» de su representante. Pero ¿ha cedido el de Porreres antes las condiciones impuestas -«lo tomas o lo dejas», recuerdan- o por el contrario ha sido el CEO quien se ha bajado del burro?. Puede que no lo sepamos nunca o que lo que lleguen a contarnos no sea verdad.
En mi opinión lo trascendente del asunto es que la torpeza del consejero delegado a las órdenes de Robert Sarver ha revelado unas formas que, sin duda, han dejado huella en el vestuario y, de paso, en los despachos de la mayoría de agentes y abogados de futbolistas. ¿O es que alguien cree que algunos de los compañeros del porrerenc no han tomado nota del afeitado de barbas de su vecino?. Lo saben ellos, no los desconoce el cuerpo técnico ni los profesionales a quienes se proponga invernar en Palma. Claro que cada cual es muy libre de aplicar en su empresa la política que le dé la real gana.
Todas las fábulas terminan con moraleja y la que se desprende de la que acabamos de vivir no se encierra exclusivamente en su enunciado. El título es extraordinario, pero la historia que hay detrás tendrá consecuencias a medio o largo plazo. Como todo acto vital.