Via Crucis (1-2 en Son Moix)
Un gol de Antonio Sánchez desde fuera del área prometía un domingo de homenaje al Doctor Beltrán. Una disputa perdida por Muriqi en el centro del campo propició una contra que Kubo que, tras dejar atrás a Jaume Costa, disparó raso por debajo de la pierna derecha de Nastasic sin que le tenue oposición de Rajkovic bastara para impedir el empate. Le verborrea gestual de Raillo dejó al equipo con uno menos para encarar una segunda parte de rompe, rasga y angustia. La heroica defensa del territorio merecía mejor suerte, pero un despiste en el marcaje de Samu permitió a Merino cabecear a la red desde muy cerca ya en el minut0 92, cuando el empate se daba por bueno.
ALINEACIONES:
R.Mallorca.- Rajkovic (1), Gio (1), Valjent (2), Raillo (0), Nastasic (1), J.Costa (1), Samu (1), A.Sánchez (2), D. Rodríguez (1), Muriqi (1) y Larin (1).
Minuto 63, Abdon (0) por Larin y Morlanes (1) por A.Sánchez. Minuto 79, Lato (-) por J.Costa y Sergi Darder (-) por D.Rodríguez.
R.Sociedad.- Remiro (-), Traoré (0), Zubeldia (1), Le Normand (1), J.Galán (1), Zubimendi (1), Merino (2), Brais (1) Zakharian (1), Kubo (2) y Sadiq (0).
Minuto 63, Barrenetxea (2) por Zakharian, André Silva (0) por Sadiq y Pacheco (1) por Zubeldia. Minuto 73, Turrientes (1) por Brais.
ARBITRO:
González Fuertes (0), de Gijón. No cabe esperar más que lo visto: un desastre. Nunca aplica el mismo criterio para idénticas acciones y acaba desquiciando a los jugadores que no saben a qué atenerse. Las airadas protestas de Raillo, como siempre, le costaron la tarjeta roja en el tiempo de prolongación de la primera parte. Luego mostró amarillas a Nastasic, Samu, A.Sánchez y Sergi Darder por el Mallorca, al que sancionó con 14 infracciones, y a Pacheco, Le Normand, Merino y Turrientes de la Real Sociedad, castigado con 15 faltas. Expulsó al preparador físico, Pol Lorente y al segundo entrenador local, Toni Amor.
GOLES:
Minuto 3, Valjent pone un saque de banda en el área, Larín la saca hacia la frontal y Antonio Sánchez lanza un zurdazo que se cuela junto a la base del poste, a la derecha de Remiro. 1-0
Minuto 37, mientras Muriqi se queda protestando por una falta en la disputa de un balón en el círculo central, contraataca la Real con un pase sobre Kubo, que se fabrica la jugada, ante J.Costa y Nastasic, y el disparo que Rajkovic toca pero no detiene. 1-1
Minuto 92, Pacheco bombea sobre el área, Samu pierde la marca de Merino, quien cabecea a placer. 1-2
18.153 espectadores
BUEN COMIENZO, MAL ARBITRO Y PEOR FINAL
Raillo, siempre él, escribió la primera línea de la derrota, tal vez inmerecida por el esfuerzo de sus compañeros sometidos a un asedio inevitable durante 50 largos minutos,al término de los cuales no pudieron impedir el destino trazado por su capitán. Fue a los 2 minutos de los 5 que el pésimo colegiado que es el gijonés Pablo González Fuertes, advertidos estaban mis lectores y así debieron estar los futbolistas, había prolongado un partido que iba para empate heroico. Al revés de lo sucedido hace una semana ante el Rayo Vallecano. Entonces se ganaron dos puntos y ahora se ha perdido uno.
Dice Javier Aguirre que «los árbitros y la suerte no entrenan conmigo», le falta añadir que sí lo hacen sus pupilos. Contagiados por sus colegas, tanto el expulsado como Dani Rodríguez y últimamente Muriqi, que reclama falta cada vez que pugna por una pelota o a la primera caída desde el primer segundo, se dedican más a protestar que a intentar jugar lo que hemos de reconocer que hacen con cuentagotas. Tampoco habla de ellos el técnico, asegura en sus ruedas de prensa, se guarda los gestos y muecas para el día de partido. Y luego pasa lo que pasa.
¿Y qué pasa?. Pues que si siempre haces las mismas cosas no puedes esperar nada diferente. Jugar con cinco atrás ya dijimos que no garantiza una defensa más férrea, ni salir con dos delanteros un ataque más profundo y efectivo. No existe centro del campo pese a que Antonio Sánchez, en un alarde de voluntad y acierto, recorra los kilómetros que Dani Rodríguez ya no puede transitar. Con cuatro oponentes y la ayuda de Kubo, la Real tuvo más que suficiente para dominar el cuero y el juego, mucho más a partir de la inferioridad numérica local.
Pero aun once contra once, el único disparo del anfitrión entre los tres palos de la meta de Remiro, que estuvo de vacaciones toda la tarde, fue el del gol. Después ya no hubo manera. La metida de pata de quien como portador del brazalete debería dar ejemplo, serviría de coartada para justificar no solo la derrota sádica que, puestos a perder, podría haberse sentenciado con menos sufrimiento.
Los cambios también premeditados. En un choque cuyo desarrollo hubiera exigido la presencia de un delantero rápido, hábil y fresco, cual se supone que debe ser Radonjic, ni Morlanes, ni Sergi Darder, ni Abdón podían aportar nada sorprendente para tranquilidad de una Real a la que habría que pedir muchas explicaciones de no haber conseguido tres puntos sin mayor esfuerzo que el suicidio voluntario de unos profesionales cuya edad tendría que aparejar más experiencia y menos ingenuidad.