Cesiones contra la crisis

Aunque Javier Tebas asegure que el fútbol español está saneado, no lo estará tanto si ha tenido que recurrir a un acuerdo, préstamo, convenio, hipoteca o como se le quiera llamar con el fondo CVC en medio de una polémica que no ha terminado, al que no se han adherido unos pocos clubs, cierto, y que la Federación Española de Fútbol ha llevado a los tribunales, ignoro en calidad de qué o si los jueces aceptarán su personación o denuncia.

Pero si la economía de los clubs fuera ya no fantástica, sino medianamente normal, la nómina de jugadores cedidos que presentan sería mucho más baja. ¿Quién quiere pagar a un profesional si sale mal o formarlo para otro si sale bien?. El Mallorca, por no acudir a ejemplos menos próximos, cuenta con seis futbolistas contratados bajo esta fórmula. Sergio Rico, Maffeo, Battaglia, Take Kubo, Muriqi y Fernando Niño regresarán en junio a sus clubs de origen, igual que hizo Amath en Getafe antes de decidir su fichaje por, dijeron, cuatro millones de euros, una cantidad elevada en relación a sus prestaciones.

La obligación de quedarse con el kosovar de la Lazio prolongó la gestión de su incorporación hasta el límite establecido para formalizar inscripciones. Los italianos querían olvidarse de él, pero Pablo Ortells no lo tenía tan claro. Muchos mallorquinistas apostarían hoy por su continuidad, pero a los altares se sube después de más de dos partidos y quedan nada menos que quince por delante.

La FIFA quiere acabar con las cesiones, un verdadero abuso salpicado de manipulaciones como las cláusulas que impiden alinearlos contra sus equipos de origen. También desea vetar el desembarco de los fondos de inversión, como el de los dueños del Mallorca, en tantas sociedades deportivas. En ambos casos los intereses son tantos y tan grandes que dudo de que lo puedan conseguir.