¡Cuidado con ese «Wallace»!

Cuenta la leyenda que antes del España-Alemania que coronó a la Selección de Luis Aragonés, este arengaba y alertaba a sus jugadores del «número 13 de los alemanes». «No hagan faltas cerca del área que ese Wallace, es muy peligroso», una cantinela que les repitió en el vestuario y en la que ya había insistido en la charla. Ante tal terquedad, dicen que Fernando Torres se atrevió a interrumpirle preguntando: «Mister, ese número 13 ¿no será Ballack en lugar de Wallace», a lo que el de Hortaleza aclaró ipso facto: «Yo ya sé quien es el número 13, que es Ballack y no Wallace. Les he puesto a prueba por si ustedes lo pillaban».

Ignoro qué clase de advertencia habrá utilizado Luis Enrique en la presente Eurocopa. Las ausencias de Shaka y Embolo en el equipo suizo debió facilitar su perorata. Y aunque algún seleccionado ha querido establecer algún paralelismo entre el técnico madrileño que llegó a entrenar al Mallorca en dos etapas y el asturiano con contrato en vigor, no creo que quede ningún futbolista de la época. Ni tampoco ningún entrenador con el estilo de Luis, Cúper, Serra Ferrer y, si me apuran, hasta Clemente. Hoy los vestuarios se manejan en términos adaptados al personal que acogen. Más difíciles o eso creo. Cualquier tuercebotas cobra millones y veranea en Ibiza a bordo de un yate de lujo.

Pero la pregunta no sería a quién vigilar del equipo contrario, sino a cuál de los nuestros cuidarán ellos de mantener a raya. ¿A Busquets? como decía Petkovic. Seamos serios, por favor. Aunque solo sea un poco.