De regalo en regalo (0-0)

Salva Sevilla falló un penalti en el minuto 52 o, mejor dicho, se lo paró Tomeu Nadal, pero en el 70 Manu Fuster encaró solo y sin oposición a Reina y ni siquiera chutó al eludir su responsabilidad y buscar a Ortuño en lugar de rematar la acción. Un gentil obsequio por bando que determinó la inmovilidad del marcador. El Mallorca, si, tuvo más ocasiones, hasta cuatro, pero el Albacete tuvo la estocada y descabello a placer y desaprovechó su gran e irrepetible ocasión. Así se escribe la historia del peor fútbol.

ALINEACIONES:

R.Mallorca.- Reina (1), Gámez (1), Valjent (1), Raillo (1), Cufré (1), Sedlar (0), Galarreta (0), Mboula (1), Dani Rodríguez (1) , Amath (0) y Marc Cardona (0).

Minuto 41, Salva Sevilla (1) por Sedlar. Minuto 74, Febas (1) por Galarreta, Lago Jr (1) por Mboula y A. Sánchez (0) por Dani Rodríguez. Minuto 79, Trajkovsky (-) por Marc Cardona.

Albacete Dep.- T.Nadal (3), Arroyo (1), Kecojevic (2), Boyomo (1), Caballo (1), E. Silvestre (0), Diamanka (0), Alvaro Giménez (2), Alvaro Peña (1), Manu Fuster (0) y Ortuño (0).

Minuto 66, Fran García (1) por Caballo. Minuto 73, Nuñez (1) por Manu Fuster y Zozulya (1) por Ortuño. Minuto 84, Azamoum (-) por Diamanka y Nahuel (-) por Alvaro Peña.

ARBITRO:

Pulido Santana (2) de Las Palmas. Algún error de apreciación sin importancia. Claro, aunque insensato, el penalti de Eddy Silvestre sobre Mboula. Mostró tarjetas amarillas a Cufré, Sedlar y Amath, del Mallorca y a Alvaro Jiménez y Arroyo, del Albacete.

MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES

A pesar de haber transcurrido solamente siete jornadas de liga, Luis García Plaza habrá descubierto que hay lujos que no se puede permitir. Si, su equipo escribió un monólogo ante el hasta hace poco desahuciado visitante durante el primer cuarto de hora pero a partir de entonces y pese a no llegar ni en una oportunidad a las inmediaciones del área local, las fuerzas se equilibraron desde la mediocridad. Y eso que la lesión de Sedlar poco antes del descanso propició la entrada de Salva Sevilla que, si, de acuerdo, malogró un castigo máximo después del termo del café, pero tuvo que encargarse casi en solitario de hacer circular el balón entre sus compañeros, perdidos al oler la muralla enemiga.

Claro que, para cobarde de la pradera, Manu Fuster que tuvo tiempo desde el círculo central hasta el punto interior del área de Reina para avanzar sin obstáculo alguno para finalmente abdicar del remate en la figura de Ortuño que ni estaba ni se le buscaba. Esto sucedía cuando desde el banquillo bermellón ya se había dado la voz de alarma, la trompeta tocaba el himno de caballería y los veteranos Silvestre y Diamanka en la medular manchega hacían más agua que en plena alerta naranja.

Y es que, con perdón, lo de las rotaciones tiene mucha gracia. Si jóvenes que en su mayoría no pasan de los 30 años y algunos rondan todavía los 20, no pueden aguantar tres partidos en siete día, ¡apaga y vámonos!. Lo siento, pero Salva Sevilla tiene más trote que Galarreta, Sedlar y Marc Cardona juntos como de aquí a Lima, si, capital de Perú si no la han cambiado. Con decir que el mejor delantero de la plantilla es Dani Rodriguez, chico para todo desde barrer a fregar y lo que sea necesario, no queda dicho todo pero si mucho.

Y, en efecto, como le gusta al técnico sus pupilos jugaron «un partido de Segunda», pero de los malos. Mucha posesión, mucho toque, mucha superoridad o sea, mucho ruido y ni una sola nuez.