El campeonato más duro y largo

No, no es solo un caso en el Mallorca, también los hay en el Betis, el Huesca, el Espanyol, el Tenerife y Las Palmas. Y los recientes del Atlético de Madrid, Sevilla y algunos más. Porque esto, señores, no es una broma; va muy en serio.

Y no, la cuestión ya no es si se admite o no público en los estadios, sino cómo y cuándo se van a abrir los colegios y si no es una irresponsabilidad permitir el inicio de las competiciones en cualquier categoría. De juveniles para abajo, una aberración. Menores de edad, ni hablar. No hay protocolo que valga ni siquiera para el intocable fútbol profesional, a no ser que queramos un nuevo caso Fuenlabrada cada semana y empecemos a aplazar partidos para ir jugando después a golpe de decreto.

Lo advertimos antes de que se reanudara la liga, lo que nunca se debió autorizar. Parecía que el tiempo nos iba a quitar la razón, pero ha sucedido todo lo contrario. Esto ha derivado en un caso hoy, otro mañana, dos aquí y tres allá. Y así, día tras día. El coronavirus es un asunto muy serio que no nos tomamos en serio. Ni a nivel particular, ni desde las instituciones porque aquí ya no hay postureo que valga.

Los equipos han empezado a entrenar si, con precauciones, pero como si tal cosa. Para seguir la costumbre diría yo. Una pretemporada sin plazos, ni fecha para empezar a competir. Sencillamente porque no hay mayor y más importante competición que la de vencer al bicho en un campeonato que se adivina duro y largo. Y ganamos o perdemos todos, incluidos Tebas, Roures y demás familia.