El escándalo de las FM

En el año 2002 mis amigos y yo fundamos une emisora de FM a la que bautizamos como Radio Mania. Alquilamos a un precio elevado uno de los canales de la emisión en estéreo de Ambiente Musical hasta que pudimos adquirirla años más tarde dado que el hilo musical en cuestión cesó en su actividad.

El Govern del Pacto de Progreso había cerrado antes la original Radio Marratxi, gestionada por Rafael Company, al aplicar el reglamento que impide la explotación de emisoras municipales si no existe el correspondiente convenio con cada Ayuntamiento y exceden, con su potencia, su ámbito de cobertura. Una vez más la Ley se puso al servicio de la política, pues a través de sus programas se potenciaba el mallorquín frente al catalán y las críticas al mencionado Pacto eran constantes. Yo colaboré en aquella emisora y logré retrasar unos meses su clausura al convencer a Jordi Bayona, jefe de prensa y comunicación del Consolat en aquel momento, de que me dejara terminar la temporada de fútbol para no dejar a medias a mis numerosos oyentes, pues aquella emisora competía en audiencia y publicidad con las grandes cadenas que también tuvieron su influencia en aquella decisión.

Pueden imaginar mi sorpresa cuando, con el paso de los años, he oido y visto en el dial otras emisoras municipales explotadas por empresas particulares, que campan a sus anchas tanto en ubicación, fuera de sus municipios, como en potencia, muy por encima de las autorizadas.

Tras aquello, como he dicho, empecé con la aventura de Radio Manía con ayuda de algunas amistades y con la experiencia de haber montado antes Antena 3 Radio (9 emisoras entre Mallorca, Menorca e Ibiza), Radio Voz y la delegación balear de Antena 3 Televisión.

Jaume Matas sustituyó al Govern del Pacte y en el 2007, antes de las elecciones municipales y autonómicas del mes de mayo, convocó un concurso para le concesión de nuevas emisoras. Solamente una en Palma y el resto en Manacor, Inca, Alcudia y en Ibiza o Menorca. Solicité una audiencia privada en la que le comuniqué que nos íbamos a presentar para Palma, nuestro único interés, pero me animó a hacerlo también en Manacor e Ibiza habida cuenta de nuestra implantación en el sector.

De hecho estuvo en los estudios de Radio Manía poco después de la adjudicación de dichas frecuencias para ser entrevistado como candidato del PP y allí no consiguió explicar por qué la frecuencia prevista en Palma había sido adjudicada a un empresario relacionado con el turismo sin experiencia (de hecho dos años más tarde sin haberla puesta en marcha tuve que ayudarle a montar sus estudios y centro emisor), además de que hasta cuatro o cinco más de otras ubicaciones habían ido a parar al mismo grupo de otras empresas.

El diario El Mundo publicó abundante información sobre el escándalo de las FM, pero nadie ha hecho absolutamente nada. Ni se hará pese a la flagrante y aun imperante selva de ilegalidades y alegalidades que pululan por el dial de la FM.