La delantera, talón de Aquiles

A falta de dos partidos para llegar al ecuador de la competición, el Mallorca se encuentra en el idem de la clasificación. Tras la última jornada se mantiene siete puntos por encima del descenso. Si aplicamos la opinión de John Gregory, que fue internacional inglés, jugador y más tarde entrenador del Aston Villa entre otros, «los delanteros ganan partidos, los defensas ganan campeonatos», no cabe la menor duda de que Javier Aguirre ha copiado la idea aunque sea obvio que su equipo no está para aspirar a títulos.

Las cifras defensivas son espectaculares. Cuarto equipo menos goleado de primera división, solo superado por el Barça, el Villarreal y el Betis, lo mismo en Son Moix y en una honrosa octava posición entre los que menos han encajado como visitantes. Rajkovic lidera el trofeo Zamora con una media de tantos embutidos inferior a uno por partido.

Con Muriqi, autor de 8 de las 14 dianas obtenidas por el conjunto, 2 de ellas de penalti, el talón de Aquiles se sitúa en el ataque. Quizás por el efecto de la manta que si tiras de arriba descubres los pies y el mejicano no es partidario de hacerlo de abajo para no destapar la cabeza. En este sentido y este sería el síntoma más negativo, sus números como local son deficientes pues solamente en seis ocasiones ha sido capaz de vulnerar la portería adversaria.

Este análisis superficial nos demuestra que la delantera es el objetivo a mejorar de cara a lo que viene. La clave es cómo, sobre todo si de los dos últimos encuentros, contra el Valladolid y en Pamplona, sacamos la conclusión de que al artillero kosovar le están tomando la medida y obligarle a bajar demasiado en busca del balón sacándolo del área, su hábitat natural, no parece buena solución.