¡Lo que faltaba!

Que el Real Madrid y el Barça se quejen de los arbitrajes clama al cielo. Xavi se ha convertido en uno de los técnicos más protestones de la liga, con la debida aquiescencia arbitral que salda sus aspavientos con una amable conversación en la banda para que sea bueno. Lo que pasa de castaño oscuro es que ahora ya empiecen a quejarse también de los horarios y el cesped. Ya si acaso que les dejen elegir  día y hora de sus partidos e incluso que se los den por ganados sin jugar porque hay que entender que enfrentarse a rivales como el Elche, el Cádiz, el Almería o el propio Mallorca, ¡qué sé yo!, les debe dar mucha pereza y además corren el riesgo de perder (¡qué vergüenza!).

A ver. Utilicemos las horas a las que ha jugado el Mallorca, ya que aquí estamos y por no recorrer toda la clasificación. Los de Javier Aguirre, a quien han expulsado con bastante más rigor que al noi de Terrassa, se han comido la friolera de nueve convocatorias a las dos de la tarde, a pleno sol, sea por la diferencia horaria respecto a Corea del Sur, la del Norte o la conchinchina. No me detengo a repasar las citas de merengues y culés porque, en base a las exigencias de la televisión, se les programa en el «prime time» del fútbol, a las nueve de la noche del sábado o el domingo porque, claro, con eso de que juegan la Champions, el Barça ya no, viernes y lunes están vetados para ambos.

Ya puestos, también podríamos revisar qué árbitros les ha sido designados, caso Negreira aparte, a lo largo de la competición. Cuántos internacionales a ellos y cuántos a los demás. Y dónde, si dentro o fuera de casa. Pero bueno, para no resultar tan pesado como reiterativo, de los del silbato ya volveremos a hablar un día de estos.