Luis Aragonés tenía razón
No es que quiera insistir mucho en eso de los empates pero, a la vista de la clasificación, Luis Aragonés tenía razón al afirmar que «un empate no sirve para nada». Mallorca y Cádiz lo pueden atestiguar ya que son los que más tablas han sumado a lo largo de las 34 jornadas de liga disputadas, 14 cada uno, y ahí están luchando por eludir el descenso. Por favor, eviten corregir el triste balance del no menos pobre guarismo con la obviedad de que han sido útiles para alcanzar los puntos acumulados. A uno de los dos no les sacarán del pozo.
Si no cometo ningún error, el fútbol es el único deporte que admite el 0-0, un marcador que, en beneficio del espectáculo inexistente del que tanto presumen federaciones, ligas profesionales, jugadores y ciertos entrenadores, debería puntuar de la misma manera: 0.
Puestos a cambiar normas y reglas cada vez más confusas e inútiles, no quedaría mal estimular la búsqueda del gol concediendo un punto únicamente en caso de que la igualada terminara con movimiento en el luminoso. A lo mejor para el 1-1 o el 2-2 y quizás hasta dos puntos por equipo a partir del 3-3. No batir a alguno de los porteros al menos una vez no merece premio, aunque es evidente que el equivocado soy yo y no el resto del mundo, incluido el del fútbol.
Para que no falte motivación, Las Palmas viste igual que el Cádiz. Si los jugadores se confunden, igual les va bien. Pero de eso ya hablaremos mañana.