Quejas en saco roto
Empezaré por decir que leo la información en las redes sociales, por lo que hago el comentario con todas las reservas, aun sin dudar de que la queja sea real pero no sorprendente.
A estas alturas ya nadie se puede espantar por cierto tipo de decisiones que toma Maheta Molango, cuyo desprecio al público en general y al abonado en particular viene siendo notorio. Según los denunciantes, hacerse socio del Mallorca de cara a la segunda vuelta no solamente alcanza un precio prohibitivo, 195 €, sino que además obliga a tomar asiento en la grada de preferencia debido la clausura parcial y voluntaria de la tribuna de sol.
Son Moix debe ser el único campo de la Liga de Fútbol Profesional donde no se respeta el acomodo deseado por cada aficionado. Un hecho insólito que desconozco si Robert Sarver y sus colegas también aplican en el pabellón de los Phoenix Suns. Nada extraño si, a la par, observamos que las acciones del club para atraer mayor número de espectadores brillan por su ausencia.
El equipo no debería pagar con la indiferencia de su afición los desmanes cometidos por los responsables y ejecutivos que campan a sus anchas como inquilinos del multiusos municipal.