Respeten la historia

Los dueños del Mallorca y sus propios ejecutivos creen que de sus 107 años de historia únicamente existen los últimos 7 y de los 100 restantes alguien les ha contado cuatro cosas solo de lo sucedido en este siglo. Es lo que tiene comprar un club de fútbol como si te fueras al polígono de C’an Valero a adquirir un coche sin importarte la marca, sino solo que camine y no cueste mucho dinero.

Ellos y sus asesores, sean quienes sean, lo ignoran todo o casi todo de lo que ha sido este club, exclusivamente centrados en lo que es y, si acaso, será. De no ser así no entrarían en agravios comparativos al confeccionar su lista particular de reconocimientos expresada en las fotos y vitrales que adornan parte de las instalaciones de Son Moix.

Renovado Antonio Raillo hasta el 2026, han decidido bautizar una calle interior con su nombre en los bajos de la grada norte en construcción. Nada que objetar. Nada que reprochar al jugador ahora idolatrado por la misma afición que le increpaba al sentarse en la última fila de la tribuna cubierta para presenciar uno de los últimos partidos de la fatídica temporada del descenso a Segunda B en el 2017. Sin embargo su homenaje es casi un insulto a quienes de verdad forjaron e hicieron posible la supervivencia de la actual SAD en tiempos mucho más difíciles que los del 2015, sin luz, ni telefóno, con los derechos de los jugadores vendidos en pública subasta o suscripciones públicas para pagar sus nóminas, entre otras lamentables circunstancias.

Sin siquiera consultar archivos se me ocurren al menos 10 nombres que merecieron algo más que un pasillo en las entrañas de Son Moix, un estadio municipal que lograron y construyeron otros aunque los compradores americanos, no sin ayudas, hereden su usufructo y lo reconstruyan ahora.  Alguien debería hacer saber a estos ricos financieros quienes fueron Ernesto Domínguez, Eto’o y Paco Bonet, don Jaume Rosselló o Miquel Contestí y Mateu Alemany, Antonio Oviedo, Serra Ferrer o Juancho Forneris. Un poco de respeto no les vendría mal. Hubo vida antes de Héctor Cúper y Luis Aragonés y si el listón lo pone Raillo, la presente relación no incluiría una decena de hombres escritos a vuela pluma, sino cientos de ellos. Un siglo y 23 años dan para mucho.