Sin barro, pero con cañas

Las rotaciones en esta liga tan competitiva de media tabla hacia abajo constituyen un lujo asiático que casi ninguno de los diez últimos se pude permitir. O no debería. Aunque el Valencia no se halla en este grupo, sus resultados, por mucho que con Marcelino ganara la Copa del Rey, confunden a la afición y no terminan de gustar al dueño, el millonario Peter Lim, muy precavido en sus inversiones desde la salida de Mateu Alemany y el técnico asturiano. En fin, tierra de humedales, de anguilas, de barro y de cañas, según Blasco Ibáñez, de naranjas, de arroz, fuego y Sorolla.

Esta temporada ha apostado por Genaro Gattuso, aquel robusto centrocampista italiano que trata de imponer su carácter a un equipo en construcción. No lo acaba de conseguir. Aguerrido, peligroso y ofensivo en las primeras partes, decae física y mentalmente en las segundas, lo que le ha impedido obtener mejores guarismos. Almacena pólvora en ataque, Hugo Duro, Cavani, Guedes, Lino aun con la baja de Samu Castillejo, pero adolece de contundencia defensiva y todavía no ha digerido el traspaso de Carlos Soler en la sala de máquinas, donde Nico, Musah o Ilaix Moriba no siempre se hacen con el control. Sin embargo en Mestalla han sacado adelante tres de los cinco partidos disputados, con un empate ante el Elche y una sola derrota, en la tercera jornada a manos del Atlético de Simeone.

Kang-in volverá al escenario en el que no pudo o no le dejaron triunfar. Una espinita que la pasada temporada le costó la expulsión por exceso de celo, aunque puede que la buena actuación de Amath hace tres días sugiera algún cambio o variante a Javier Aguirre. Es probable que Baba y Jaume Costa formen parte de la alineación inicial que, por lo demás, no cambiará mucho respecto a la habitual y con el regreso de Muriqi.

Esta vez hay suerte con la designación arbitral. Pita el murciano Sánchez Martínez, siempre serio, poco hablador y ecuánime, árbitro también en la única victoria balear fuera de casa, 0-2 en Vallecas. Ya experto en competiciones internacionales, cumplió 39 años el pasado 3 de octubre y su octava temporada en Primera. Salo sorpresa, una garantía. ¡Ya era hora!.