Tablas de consolación (1-1 en Son Moix)

El Mallorca rescató un punto frente a la Real Sociedad tras un primer tiempo desastroso en el que Carlos Fernández batió a Rajkovic sin tiempo para que los espectadores se hubieran sentado aun y mejor en el segundo a partir de que Kang-in Lee equlibrara el marcador también en los primeros escarceos posteriores al descanso. El árbitro anuló un gol a Le Normand por entender que se había apoyado en Galarreta para cabecear en un saque de esquina.

ALINEACIONES:

R.Mallorca.- Rajkovic (1), Maffeo (1), Gio (1), Raillo (1), Nastasic (1), J.Costa (1), Baba (1), Galarreta (1), Dani Rodríguez (1), Kang-in Lee (1) y Kadewere (0).

Después del intermedio Abdón (2) por Kadewere y Amath (1) por J.Costa. En el minuto 67, Angel (0) por Dani Rodríguez y en el 81, Battaglia (-) por Galarreta y A.Sánchez (-) por Kang-in Lee.

R.Sociedad.- Remiro (1), Gorosábel (1), Le Normand (2), Pacheco (0), Rico (1), Zubimendi (1), Brais Mendes (0), Silva (2), Merino (0), C.Fernández (1) y Oyarzábal (0).

Minuto 61, Cho (1) por Oyarzábal. Minuto 62, Sorloth (1) por C.Fernández. Minuto 80, Kubo (-) por Silva.

ARBITRO:

Martínez Munuera (1) de Benidorm. Fiel a su línea de escaso compromiso y detalles caseros. Hombre al suelo, falta segura. Señaló 17 contra el Mallorca y 14 a favor. La más importante al invalidar un tanto a la Real en un remate de cabeza de Le Normand a la salida de un córner, interpretando que se había apoyado en Galarreta. Expulsó a Merino en el minuto 89 por una plantillazo sobre el tobillo de Abdón. Antes había amonestado a Carlos Fernández y Sorloth, de la Real, así como a Dani Rodríguez y Gio, de lado local. Prolongó 4 minutos en el primer tiempo y 5 en el segundo.

GOLES:

Minuto 3, Silva se cuela entre líneas, con Baba desplazado y Galarreta superado, cede a Carlos Fernández quien, recorre unos metros en paralelo a la frontal del área y sorprende a Rajkovic con un tiro raso que se cuela pegado al poste. 0-1

Minuto 49, Rajkovic saca un balón en largo, Abdón peina de cabeza, Pacheco duda, resbala y Kang-in Lee gana la pugna para plantarse solo ante Remiro al que dribla y bate. 1-1

ASISTENCIA: 13.800 espectadores

SI NO PUEDES GANAR, AL MENOS NO PIERDAS

El tempranero gol con el que la Real abrió el marcador y amenazó con amargar la comida del mediodía bajo una temperatura impropia, auguraba un domingo desdichado para el Mallorca que, sin Muriqi, siempre ha ofrecido dudas. Salió con el mismo dibujo de siempre 5-4-1 sin considerar que entre Kadewere, su sustituto, y el kosovar median notorias diferencias, sobre todo a la hora de aguantar el balón en espera de ayudas e inquietar la salida del contrario como primer acto defensivo.

Fueron los minutos en los que los hombres de Imanol Alguacil controlaron la pelota y , el juego, pivotando sobre un Silva para el que no pasan los años, sin que Baba o Galarreta fueran capaces de cerrar sus espacios. A la inversa, los locales no sabían qué hacer ni cómo moverse, fiados a la voluntad innegociable de Dani Rodríguez, pero sin referencia arriba y demasiado trabajo atrás para impedir una tormenta que pronto dejó de amenazar.

Los donostiarras se retiraron convencidos de que la ventaja adquirida a raíz de la caraja habitual de los bermellones en los amaneceres de sus batallas, sería suficiente para lograr su objetivo. Mala lectura ante un equipo cuyo más evidente y peligroso activo es su rechazo a la rendición y ofrece un fútbol primitivo y de escaso brillo, pero no rehuye la lucha, ni esconde la cara, ni se entrega sin más.

Javier Aguirre rompió la vajilla y metió en liza no a uno, sino a dos delanteros, Abdón y Amath, en detrimento de un zaguero, Jaume Costa, transformando el 5-4-1 de siempre en un 4-4-2 que, con el traspiés de Pacheco luego de un baló peinado por el de Artá, permitió devolver las tablas en el marcador cuando el enemigo había salido a especular en brazos del cansancio acumulado por su compromiso europeo del jueves en Roma y las consecuencias del viaje. Mientras en el banquillo visitante cambiaban cromos, hombre por hombre, el anfitrión intentó echar más leña al fuego y las ocasiones se repartieron. En un área Silva erraba en la más clara para los suyos y Amath colocaba en el palo otro pase de Abdón a la espalda de la zaga blanquiazul.

Faltaba poco para los noventa y ambos pactaron tácitamente el reparto. El técnico mejicano emitió claramente el mensaje al introducir a Battaglia y Antonio Sánchez por un creativo, Galarreta y una flecha, el coreano. Su oponente, agotadas las ventanas, cerró filas. Ya que no podemos ganar, no perdamos ninguno. El punto es bueno para las aspiraciones de permanencia de uno y permite al otro pensar en la Europa League con la que se cita dentro de cuatro días. Quien no es consuela es porque no quiere.