Visita al infierno

El Mirandilla no es un campo tan fácil como parece indicar la clasificación de su inquilino. En un partido no decisivo pero si muy importante, se enfrentan dos equipos con un claro débito en eficacia ante la portería adversaria y dos entramados defensivos firmes en casa y no tanto cuando salen de sus respectivos feudos, donde sus resultados dejan mucho que que desear hasta el punto de poder afirmar que el cartel de visitantes ha procurado su delicada clasificación.

Cádiz y Mallorca cuentan con una baja por bando: Merè y Copete respectivamente. Pellegrino, entrenador desde la vigésimo primera jornada, he mejorado ligeramente el porcentaje de puntos sumados bajo la dirección de Sergio González, un 2 por ciento. Sin embargo no ha conseguido escalar peldaños en la tabla pese a las incorporaciones de Robert Navarro, muy peligroso entre líneas y cedido por la Real Sociedad, y más recientemente la de Juanmi, procedente del Betis.

El técnico argentino suele disponer a los suyos con cuatro hombres en defensa, cuatro en el centro y dos arriba. Al atacante previamente mencionado pueden sumarse Maxi Gómez o Roger Martí, mientras que Iván Alejo por un lado y donostiarra por el otro, completan un cuadro amparado en la solidez y dureza de Alcaraz, muy a tener en cuenta en libres directos o tiros desde larga distancia, o Escalante, aunque a veces confía en la inspiración de Alex Fernández. Desde su llegada, Chust ha tomado el relevo de Fali atrás, junto a Momo, flanqueados por Izi y Pires.

Al mejicano le corresponden otro tipo de decisiones. Un dilema mal resuelto en Sevilla, Maffeo o Gio, y la previsible reaparición de Nastasic. Samu o Mascarell por un lado, Muriqi, Larín y Abdón por el otro. Y quién sabe si Dani, Darder, Radonjic, Sánchez, Morlanes………Es difícil intuir por dónde va a tirar Javier Aguirre, más serio de lo habitual en la rueda de prensa previa.

Lo poco que ambos clubs pintan en la Real Federación Española de Fútbol viene definido por la designación de un árbitro sin visos de ascender a internacional. Isidro Diaz de Mera Escuderos, de Daimiel (Ciudad Real), es un colegiado joven, 35 años, muy irregular. Es la tercera vez esta temporada que viaja a la tacita de plata (1-0 al Alavés y 1-4 contra el Valencia), con 14 actuaciones que registran una media de 5 amarillas por cada una de ellas y 4 rojas en total. No admite diálogo, ni protestas. Es de los que pretende dejar jugar, pero su criterio dispar entorpece una mayor regularidad. La trascendencia del lance perecía un nombramiento distinto, pero el CTA podría ser tanto la «casa de Roque», como la de Medina Cantalejo, sevillano de cuna y comandante de la patrulla.