Cinco lobitos tenía la loba

El mercado está casi parado. La Eurocopa paraliza gran parte de las operaciones deseadas, pero su escaparate queda fuera del alcance del Mallorca ya de por si deliberadamente recatado. Pero incluso clubs más poderosos se rinden a la evidencia de sus malogradas tesorerías, se pagan pocos traspasos, a poder ser ninguno, y bucean en el turbio mar de los jugadores que han terminado contrato o en el de las cesiones, por otra parte cada vez más bajo la lupa de la FIFA y la UEFA que, sin mucho que hacer, se dedican a remover lo que no necesita revolver: los goles fuera de casa ya no tendrán valor doble la próxima temporada. Preparémonos para empates a cero, prórrogas interminables e injustos lanzamientos de penaltis. Cada vez que cambian algo, lo ponen peor. ¿Por qué no se estarán quietos?.

No les cuento nada nuevo. Luis García ha pedido que le fichen cinco futbolistas. Nos abstendremos de dar nombres que desconocemos, ni siquiera las posiciones que el técnico quisiera reforzar. Se repite la historia de Vicente Moreno, que pidió lo mismo y fíjense dónde está ahora. De ahí la inicial advertencia respecto a la calma chicha que se aprecia en el zoco. Para que nadie se desanima. Al fin y al cabo el actual técnico del Espanyol tuvo que pelear con Maheta Molango, que fichó, ¡vaya que si fichó!, pero mal. Puede que Pablo Ortells tenga más peso en Arizona, con permiso del contable Alfonso Diez, pero lo que suene servirá para identificar el origen de la tijera.

Uno, curado de espantos y harto de experiencia, se une a la incredulidad de los escépticos de una cierta edad. Pero no rebajemos la ilusión de los más jóvenes, dispuestos a pedir un micro préstamo al banco para comprar un abono si hace falta. Al menos ellos y no los más viejos del lugar, merecerían un esfuerzo por parte de los americanos, que se compraron un solar, vale, para venir a verlo de vez en cuando, pero se han olvidado de edificar. Salvo el hotel de Son Bibiloni, perdón.