«El contrario también juega» (Luis Aragonés)

Pequeños detalles te invitan a reflexionar sobre conceptos mayores como si activaran en tu cabeza igual que un zoom sobre un objetivo, minúsculo al enfocar pero cuya perspectiva se amplia a medida que cambia la distancia focal. Me ha ocurrido al leer que el Atlético Baleares jugó un mal partido, muy malo según muchos comentarios, y por eso ha perdido ante el Dux Internacional de Madrid, el mismo equipo blanquiazul que tres días antes jugó bien le ganó al Real Madrid Castilla de Raúl, candidato permanente al banquillo del hiper campeón de Europa. Y entonces he pensado que, salvo excepciones muy concretas, se abordan las crónicas y valoraciones de los encuentros desde el ángulo de uno solo de los contendientes. Si pierde, lo ha hecho mal; si gana, ha jugado bien. Una conclusión demasiado fácil y recurrente.

Fíjense, pongo otro ejemplo, en esos equipos que practican un cerrojo de escándalo. Si por ventura marcan un gol en una contra afortunada y ganan «han sabido sufrir». Si, por el contrario, pierden «carecieron de ambición». Pocas veces dejamos de tener en cuenta que enfrente siempre hay un competidor que, desde luego, puede tener puntualmente más o menos suerte, pero que también juega y lo puede hacer mejor o peor que el equipo al que valoramos. Para no salir de supuestos paradigmas próximos, el Mallorca ganó el pasado sábado en Albacete, pero no fue mejor que el equipo local, sin embargo fueron excepcionales los comentarios atentos a enjuiciar el equilibrio de fuerzas, se impone la realidad, en ocasiones engañosa, del resultado final.

No discuto que cualquier enfoque sus comentarios en función del público al que se dirige, pero aun así ampliar la el zoom nos daría la oportunidad de poder matizar «han perdido, aunque no han jugado mal; pero el contrario lo ha hecho muy bien».

Dedicado a los entrenadores capaces de reconocerlo.