Volver atrás para ir adelante

Solo los políticos, sean del partido que sean y de la circunscripción a la que correspondan, son más patéticos que los guardianes del reglamento del fútbol. Ahora resulta, vuelve a resultar, que solo cabe señalar penalti si un jugador toca la pelota intencionadamente con la mano en el área, como si no hubiera sido así toda la vida hasta que ellos mismos se inventaron toda clase de subterfugios, incluido el VAR.

Me pregunto cómo decidirá el encargado del vídeo si una mano ha sido voluntaria o no o, tal cual se decía en tiempos lejanos que parecen presentes, si el balón ha ido al brazo o el brazo al balón. Incluso el árbitro de campo puede interpretar intención o no sobre el terreno, pero las imágenes no le aclararán otra cosa que la intervención manual del futbolista.

Decía Luis Aragonés, a quien tanto nombro, a quien tanto recuerdo y de quien tanto aprendí, que este es un juego de pillos y empiezo a sospechar que no se refería a la picaresca propia del balompié, sino a la pillería de quienes manejan los hilos desde ciertos despachos y la pantalla desde la cabina, esos vestiditos de uniforme como si en lugar de estar cómodamente sentados en su encierro estuvieran sobre el césped. ¡Qué ridiculez!.

Dado que se han propuesto rectificar la normativa de los castigos por jugar con la mano, les pediría también algún retroceso en otras reglas como por ejemplo, que señalen los fueras de juego cuando se producen y no dos, tres o tropecientas jugadas después. Por favor. Que no cuesta tanto y así no despistamos al personal aunque, en suma, ya sabemos que se trata precisamente de eso para poder mangonear, manipular, a gusto.