A pie cambiado
No comparto la alegría de mucha gente a la hora de valorar a un jugador solo por algunos minutos de un solo partido. Los elogios injustificados de hoy conducen inevitablemente al fracaso de mañana y el fútbol ya es lo suficientemente cruel como para introducir más elementos de presión.
Me hago la presente reflexión a partir de comentarios sobre el joven Pablo Ramón, que debutó ante el Valladolid el pasado míércoles, como y sobre todo de Merveil, cuyo fichaje no concibo salvo que fuera para hacerle un favor al Getafe, territorio Molango, cuando en casa había y hay jugadores bastante mejores, como por ejemplo Enzo Lombardo o el propio James. Ceder lo propio para promocionar lo ajeno. ¡Menuda política!.
Debería extenderme con la triste realidad del Mallorca B. Sexto ahora mismo en una categoría como la tercera división balear en la que debería ser gallito. Si esta es la idea de cantera que tiene Javier Recio y alumbra Maheta el futuro del club pinta peor de lo que parece. Y ojalá me equivoque.