Aguas subterráneas

Seamos serios, vamos a ser serios, una expresión en desuso porque la seriedad es otra virtud en decadencia y no me refiero a la de un carácter adusto, sino a la que debería presidir nuestras conductas en cualquier ámbito. Le dieron más bombo a un gesto de Paula Badosa al jugar una bolas con una recoge pelotas,mientras era atendida su rival, Siegemund, que al resultado de la partida, que tuve que buscar con lupa. Y es que incluso el circo o el humor pueden ser serios, es decir, honestamente representados.

Seamos serios. Que el Mallorca y Javier Aguirre todavía no han llegado a un acuerdo de renovación es un hecho. Lo que no sabemos es si, como asegura el CEO de negocio Alfonso Diaz, se debe a que esperan a sumar los puntos necesarios para asegurar la permanencia o, por el contrario, el técnico dispone de ofertas superiores y sencillamente desea una propuesta no solamente más elevada económicamente, sino un proyecto deportivo más relevante.

Mientras esta incógnita sobrevuela las iluminadas cerchas de la renovada grada este de Son Moix, en rojo acorde a los colores corporativos, los agentes se mueven. Y también algunos entrenadores, un colectivo no precisamente solidario porque saben que la caída de uno supone trabajo para otro. No caben amigos. Por otra parte en Mallorca se vive muy bien, la exigencia no es muy alta y de ellos pueden dar cuenta aquellos que alguna vez ya probaron estos banquillos o conocen las señales de tráfico de la carretera de Sóller hasta la entrada de Son Bibiloni, la finca de la Ciudad Deportiva que Damiá Estlerich le vendió al doctor Beltrán. Bueno, a la SAD.