Aire fresco

No tiene nada que ver que uno se haya hecho mayor pero, por denostada que esté en los tiempos que corremos, la experiencia es más que un grado. No es cuestión de subirse a ningún carro por haber ganado al Atlético de Madrid, sino la demostración de que también permanece en vigor aquel antiguo modismo que reza que el diablo sabe más por viejo que por diablo. Javier Aguirre impartió un clínic al respecto el sábado en la sala de prensa de Son Moix después de que su equipo lograra algo más importante que la victoria en si misma: dejar de depender de los resultados de los demás.

Reconocer que el penalti sancionado contra el Mallorca en Getafe por Mateu Lahoz fue tan acertado como el que señaló Martínez Munuera en Son Moix no es un guiño al colectivo arbitral como interpretan los neófitos, sino sencillamente saber el terreno que uno pisa. Explicar por qué Kubo no fue titular en lugar de escudarse en una decisión técnica al estilo de la mayoría, equivale a tener suficientes tablas para no tener necesidad de esquivar la verdad y quién la maneja en el vestuario. Y pedir que no le busquen las cosquillas por referirse a Baba como «el negrito» significa ser natural sin concesiones a postureos que solo encierran malas intenciones y peores interpretaciones. Como ya le dijo Engonga a Etoo: «aquí el negro soy yo».

Después de meses escuchando quejas por los arbitrajes, lamentos por las bajas, lágrimas por los minutos de prolongación y más sensaciones que realidades, escuchar al técnico mejicano suena como un soplo de aire fresco tal y como refería Maffeo ante las cámaras aun en caliente. Aun así, lo que verdaderamente importa es que los galgos corren por detrás y no por delante.