Análisis sin balance

No, no es hora de hacer balance ni mucho menos. El Mallorca acaba de terminar lo que en términos de grandes premios del motor se califica como entrenamientos no oficiales, una carrera donde se estudia el circuito, se controlan los tiempos pero que todavía no cuenta para la parrilla de salida. Esto ocurrirá en lo más duro del crudo invierno, es decir a partir de ahora y hasta finales de febrero con el breve paréntesis de las fiestas navideñas.

Pero si se pueden establecer valoraciones analíticas, nunca conclusiones definitivas, sobre el comportamiento del equipo en conjunto y de sus futbolistas a título particular. Su defensa, portero incluido, es la tercera más goleada de la categoría, un síntoma que sería preocupante de no contabilizar la media docena de goles encajados contra el Real Madrid, un claro atenuante. En ataque se mueve en el ecuador de la clasificación, sin lo que se llama un hombre gol para lo que se fichó a Angel, luego a Fer Niño y no está muy claro cuál de ellos se adapta mejor a lo que quiere Luis García Plaza.

Parece bastante más seguro como local que como visitante, siempre sin dejar de lado la humillación del Bernabéu, sin embargo en general se comporta como un conjunto bastante equilibrado, sin grandes diferencias entre lo que desarrolla en Son Moix y realiza fuera. La factura de los tantos admitidos en tiempo de prolongación o minutos finales es bastante común. Valga el dato de que hasta la fecha el 20% del total de dianas de la liga se ha materializado en dicho período.

Dejaremos para mañana las observaciones a título individual. Esta semana hay tiempo para todo.