Arbitros: si se puede

El arbitraje en el fútbol es una de las cuestiones, no la única ni mucho menos, cuya mejoría, sino solución, solo depende de la voluntad de los elementos circundantes: federación, clubs, técnicos y jugadores. En primer lugar, por supuesto, los propios árbitros.

En unas semanas conoceremos los ascensos y descensos en primera y segunda división. El caso Negreira habrá servido no para imputar al F.C. Barcelona, pero si para que la opinión pública conozca quién, cómo, dónde y cuándo se manipula a los colegiados.

Si el sistema no favoreciera las irregularidades, el Comité Técnico de Arbitros, ahora presidido por el andaluz Medina Cantalejo, sería una órgano independiente de la Federación Española, cuyo principal dirigente sería elegido por los propios integrantes del colectivo. Se establecería un cuerpo de especialistas de VAR al margen de los mismos árbitros de campo y los nombramientos se efectuarían a través de sorteo puro y duro respetando la norma de que cada equipo fuera dirigido al menos una vez por todos los asignados a su categoría. Las decisiones del Comité de Designación resultan previsibles e incomprensibles al mismo tiempo hasta el punto de que a los mejor clasificados les pitan solamente un reducido grupo de elegidos, sino solicitados.

Veamos el ejemplo del Mallorca, el que mejor conocemos por proximidad. Tres de los 18 de Primera, excluidos los del Comité Balear, Busquets y Cuadra, no le han sido adjudicados en toda la liga: Gil Manzano y Soto Grado, ambos internacionales, ni el canario Pulido Santana. En cambio González Fuertes (Asturias), García Verdura (Catalunya), Hernández Maeso (Extremadura) y Figueroa Vázquez (Andalucía) han juzgado a los de Javier Aguirre cuatro veces cada uno, el último de ellos en los tres desplazamientos a Euskadi; el gallego Iglesias Villanueva, el manchego Alberola Rojas y el madrileño Ortiz Arias, en tres ocasiones. En resumidas cuentas, entre solamente siete de ellos han dirigido la friolera de 25 jornadas a los mallorquinistas, quedando solo once de sus colegas para las 13 citas restantes. Buen ejercicio el de buscar lo ocurrido con el resto de equipos de la mitad baja de la clasificación aunque únicamente sirviera  para excitar la curiosidad malsana que nos inspira.