De portero a portero (0-1 en Son Moix)

Un grave error de Reina, uno más, en su salida a no se sabe qué de un balón bombeado al segundo palo que Luk de Jong cabeceó ya sin portero, y, por el contrario, una mano de hierro interpuesta por Ter Stegen a un remate a bocajarro de Jaume Costa en el minuto 91, definieron el marcador final de un partido dominado por el Barça en la primera parte e intensificado sin éxito por el Mallorca en la continuación.

ALINEACIONES:

R-Mallorca.- Reina (0), Maffeo (2), Russo (1), Valjent (1), J.Costa (1), Baba (1) Battaglia (1), Kang-in (0), D. Rodríguez (1), A.Sánchez (1) y Angel (0).

Minuto 60, Galarreta (1) por Baba y Fer Niño (1) por Angel. Minuto 70, Mboula (0) por A.Sánchez y Llabrés (1) por Kang-in. Minuto 83, Abdón (-) por Battaglia.

C.F. Barcelona.- Ter Stegen (2), Mingueza (0), Piqué (2), E.García (1), Araujo (1), Riki Puig (0), Frenkie de Jong (1), Ilais (1), Nico (0), Luk de Jong (2) y Jutglá (0).

Minuto 70, Alvaro Sanz (1) por Nico. Minuto 75, Lenglet (1) por Mingueza. Minuto 79, Stanis (-) por Ilias.

ARBITRO:

Mateu Lahoz (1), del Comité Valenciano. No acertó siempre, pero se equivocó menos de lo que le reclamaron. Tardó mucho en exhibir cartulinas amarillas que, al final, se llevaron Valjent, Jaume Costa, Abdón y Dani Rodríguez, todos del Mallorca.

GOL:

Minuto 43, Mingueza bombea una pelota hacia el palo largo, Reina sale a por uvas, se vence y deja el portal vacío para el cabezazo de Luk de Jong sobre las espaldas de Araujo y Maffeo. 0-1

14.654 espectadores y saque de honor a cargo de Samuel Eto’o

UNA HORA A LA BASURA

Una vez las cartas sobre la mesa es lícito pensar que si el Mallorca hubiera sido más valiente, que no es lo mismo que valeroso,.tal vez habría sometido al Barça o lo que quedaba de él. Pero Luis García Plaza montó una batería de contención, solo eso, y regaló el balón a su oponente sin apenas fuerza e intención de impedirle hacer su juego. Y eso que a los de Xavi Hernández no les van las prisas y se pasaron más tiempo tratando de hacer correr a sus anfitriones detrás del esférico que a pugnar por el derribo de su poblada muralla.

Pero tanto va el cántaro a la fuente que la mayoría de veces efectivamente se rompe. De Jong, el delantero no el centrocampista, avisó dos veces con sendos remates al poste, uno a la base y otro al travesaño. Pero, ya metidos en el refranero, a la tercera fue la vencida, si la de Reina, tan precipitado y tembloroso como su entrenador al que habría que preguntar qué clase de batalla había visualizado, salvo que, fiel a su costumbre, se dejara impresionar más por el nombre de su visitante que por el potencial de su puntualmente reducida escuadra.

El Barça vino con una defensa apañada al mando del emperador Piqué, completada por una serie de promesas por descubrir, algunos jugadores fuera de posición y alguna que otra mentira con nombre propio: Riki Puig y Mingueza. Pero eso debía saberlo el técnico local que meditó nada menos que una hora antes de poner en liza algún creativo, Galarreta en este caso, para intentar mover el cuero en lugar de limitarse a mirarlo. No logró crear ocasiones, salvo la descrita en la entradilla, pero si convirtió al enemigo en una copia patética de equipo vulgar dedicado a achicar agua por los cuatro costados y perder tiempo para amarrar su mínima ventaja. Reina no se había ganado algo de calma, pero la disfrutó a lo largo de la última media hora.

Pero no hay que confundir entrega con buen juego y mucho menor con merecimiento. Ambos contendientes rivalizaron en mediocridad, para ser benévolos, pero es verdad que uno, el vencedor, llegó tres veces y metió una mientras que el perdedor no pisó el área pequeña de su contrincante más que una vez, por parte de un defensa y con el cronómetro en plena agonía.