Del VAR y otros inventos FIFA

En la Premier se acaban de plantear la retirada del VAR. Un instrumento de ayuda al árbitro que en demasiadas ocasiones se convierte en un estorbo. No se preocupen, la Federación Española, con el señor Rocha o sin él, no va a consentir tal medida, quiera o no Vicente Del Bosque en el papel de figurón que le han asignado y él ha aceptado.

La del vídeo arbitraje solo es una de las principales novedades introducidas, ninguna de las cuales ha servido para mejorar el espectáculo sino más bien todo lo contrario. Algunas de las reglas impuestas por la FIFA, comilonas de su Comisión de Reglamento al margen, son incluso contradictorias. Por ejemplo la de incrementar a cinco jugadores los cambios permitidos por equipo y partido que choca con la orden posterior de prolongar la duración de cada uno de los dos períodos en base a un criterio dispar e irregular según el buen entendimiento de cada colegiado quien, por otra parte, debería castigar las pérdidas de tiempo por si mismo en lugar de parar un cronómetro que parece adelantare o atrasar a conveniencia de equipo y resultado.

Los cambios, que comenzaron en 1967 con uno por lesión y otro de carácter técnico, pasaron a dos más el portero ya en 1994, a tres solo un año más tarde y a cinco como medida provisional debido a la pandemia de Covid del 2020 que, como se esperaba, se implantó para quedarse. La medida, no la epidemia.

De vez en cuando se les ocurre una idea luminosa. Esa de no levantar el banderín de un asistente para indicar fuera de juego hasta la finalización de la jugada, merece premio, sobre todo si eres del Bayern y marcas en el último segundo un gol en el Bernabéu, el «linier» más rápido del planeta, o anulas un gol del Real Oviedo en Cornellá porque habia un jugador fumándose un puro junto a un poste de otro campo.

Luego está lo de los saques de banda. Se pusieron pesados para no permitir un centímetro más atrás o más arriba del lugar por donde salía el balón y ahora cada cual pone el balón en juego como y donde le da la gana. Ya lo del saque de puerta hasta que el balón salga o no del área o el de inicio con un pasito pa’ alante o ahora pa’ atrás, inspirado sin duda por una canción de Ricky Martin, define el ridículo mejor que el diccionario de la RAE.

Cualquier tiempo pasado no fue mejor, cierto. Pero las normas reglamentarias del siglo anterior, si.