En memoria de Mari Carmen Izquierdo
Ahora que ser mujer es un mérito añadido e independiente de cualquier análisis de conocimientos, no puedo menos que recordar a la compañera Mari Carmen Izquierdo, periodista deportivo con la que tuve el placer de compartir unos minutos de televisión para comentar en el viejo Estudio Estadio el ascenso del Mallorca a primera división en el año 1983. Ella si que fue, como después Olga Viza o Maria Escario, una valiente en un mundo, el de la información de deportes, dominado por los hombres.
El equipo que presidía Miquel Contestí y entrenaba Lucien Müller solo necesitaba un punto para lograr su objetivo a falta de tres jornadas para el fin del campeonato. No lo logró. Perdió en Alicante contra el Hércules, en Palma frente al Cádiz y en el Santiago Bernabéu. Subió porque el Deportivo, con los mismos puntos, no pasó del empate en Riazor ante el Rayo Vallecano, que no se jugaba nada, y por el golaverage directo que daba ventaja al Mallorca por un gol de López en Coruña que, en su momento, no significaba nada, se produjo el milagro.
Al dia siguiente yo estaba grabando con Mari Carmen Izquierdo en los jardines de Prado del Rey y, poco más o menos, vaticiné que si el ascenso no era aprovechado para crear una infraestructura seria, de la que el club carecía, la alegría, como así fue, duraría poco. Que sirva para aviso de navegantes.
Aquello me costó el veto del club a una cena celebrada en el Casino de Mallorca donde se me había preparado una verdadera encerrona para lincharme y el derrumbe de la cabina de transmisión de radio que ocupaba en la tribuna superior del hoy derruido Lluis Sitjar, donde se me negó la acreditación para poder llevar a cabo mi trabajo.
Gracias Mari Carmen, avanzada de tu tiempo. Descansa en paz.