Entre pájaros

«Todos sabíamos que Aranda era un pájaro», frase pronunciada por Javier Tebas en relación al caso Oikos por el que han sido denunciados presuntos sobornos en los partidos Huesca-Nastic de la pasada temporada y Valladolid-Valencia, de la más reciente. Una afirmación fuera de toda ética si parte, como es el caso, del presidente de la patronal de clubs sobre quien, por educación, nos callaremos todo lo que pensamos. Por ejemplo lo que le pagó Pedro Terrasa, a la sazón director general, gerente o lo que fuera del Mallorca «por informe de futbolistas argentinos».

Me dice un hombre de leyes que el caso traerá cola, frente a mi opinión de que no sucederá absolutamente nada. Pagarán el pato, como siempre, los de abajo, los perroflautas. Aqui se impone aquello de arrinconar las cenizas bajo los muebles o las alfombras y las limpiadoras ya pasarán el aspirador. Pero trasciende en los medios de comunicación que hasta siete jugadores pucelanos podrían haberse visto «tocados», siempre presuntamente, por el procesado Borja Fernández, en libertad bajo fianza y con cargos. De ser así, mi pregunta de pura ingenuidad es ¿alguien cree que si hay siete futbolistas en el ajo, que no son uno, ni dos, ni tres, no se entera nadie, absolutamente nadie del club?.

En fin, ya profundizarán los jueces que es a quienes corresponde. Yo me limito a defender mi tesis y es que, al final, todo acabará en agua de borrajas como ya ha ocurrido en anteriores ocasiones: Levante-Zaragoza, Mallorca-Mestalla, Calvo Sotelo-Barça B, Sevilla-Oviedo. Las víctimas propiciatorias ya ha sido señaladas y las grabaciones, como en la serie «Mision Imposible» se debieron destruir a los 5 segundos.