Eso no se lo compro, señor Aguirre
Es cierto que el Mallorca viajó a Madrid con dos bajas de su columna vertebral, Raillo y Galarreta,y que también tuvo mala suerte con la indisposición de Valjent y la lesión de Nastasic que le obligó a retirarse tras disputar la primera parte. Tampoco se puede negar el excelente trabajo llevado a cabo por Javier Aguirre, que ha dejado al equipo virtualmente salvado a falta de ocho jornadas para que termine la liga y así se ha reconocido en este mismo blog en más de una ocasión lo cual, de otro lado, no es óbice para que tengamos que comulgar con ruedas de molino.
El entrenador mexicano es veterano y como tal lidia en partidos y en ruedas de prensa. La salida al Vicente Calderón habría sido muy difícil incluso con toda la plantilla a su disposición, pese a que el león de Simeone no es tan fiero como lo pintan. Sin embargo justificar la alineación en base a una cita para la que aun faltan cinco días, dejando en el banquillo a jugadores que no han cumplido aún los 30 años y alguno ni siquiera los 25, no encaja con la presencia de un delantero sobrevalorado y un ya exfutbolista para compensar el trabajo que lleva a cabo Muriqi. Nada que ver. Dicho sea con el máximo respeto a quien trabaja cada día con ellos y conoce su estado y prestaciones mejor que el firmante, lo cual no sé si es peor o mejor. La inexplicada ausencia de Grenier en la convocatoria, ajustada al derecho de todo técnico a no hablar más de lo que crea oportuno, hemos de suponer que no guarda relación con la escasa transparencia habitual reinante tras los muros de Son Moix.
Lo que no le podemos comprar, señor Aguirre, es que este club ha de consolidarse en primera división para consolidar la cantera. La categoría en que milite el primer equipo tiene poco que ver. Trabajar el fútbol formativo no pasa por dejar al Mallorca B que descienda a tercera división después de pasear por la Segunda Federación como alma en pena, ni mantener a un portero como Leo Román en el ostracismo o hacer viajar a cuatro chavales para que conozcan hoteles y aeropuertos. Y todo esto no es más que la punta del iceberg de lo que se cuece en Son Bibiloni, así que eso, eso no se lo compro ni a usted, ni al señor Ortells, Alfonso Diez, Andy Kohlberg o el mismísimo Robert Sarver.