Goles de ida y vuelta

Si, la temporada que lleva a cabo el Betis no es perfecta, como asegura Luis García Plaza, pero si admirable. Medalla de bronce circunstancial en la clasificación, muy lejos de las dos primeras, se debate entre las posiciones de Champions o Europa League en duda competencia con el Atlético de Madrid, el Barça, el Villarreal y la Real Sociedad. Por si fuera poco, compite seriamente en la Europa League. Pero, como todos, tiene sus defectos.

La tarjeta verdiblanca en el Benito Villamarín rasca la mediocridad, ha ganado solamente la mitad de sus partidos como local. Un contrasentido en el conjunto de su campaña jalonada por una envidiable cuenta de goles a favor pero demasiados en contra. Como local hay doce equipos más seguros, cantidad a considerar. Claro que Pellegrini dispone de numerosos recursos en todas las líneas aunque siga sin encontrar la cobertura ideal pese a haber reforzado la portería con Rui Silva, pero con irregularidades en su zaga de cuatro dada la vocación más ofensiva de sus laterales, habitualmente Bellerin y Alex Moreno, y la irregularidad de alguno de sus centrales como Bartra. El contrapunto viene a partir del centro del campo en el que pueden alternar William Carvalho o Guido como pivotes, pero donde la dupla Canales-Fekir causa verdaderos estragos a la hora de gestionar sus propios banquetes o alimentar a sus matadores: Borja Iglesias, resucitado, Juanmi o William José.

El Mallorca viaja con 24 jugadores, 23 si descontamos al tercer portero de relleno. Todos sus delanteros. Solamente Baba, lesionado, y Oliván, sancionado, son bajas significativas. Dudas en el doble pivote a decidir por la apuesta creativa de Galarreta con Salva Sevilla o alinear a Battaglia por su perfil más conservador. Abandonar a Muriqi a su soledad como único punta no entra dentro de lo aconsejable. Normalmente Angel le acompañaría inicialmente, en caso de que Kubo y Dani Rodríguez ocupen las bandas, si bien taparlas debe ser una de las preocupaciones del míster. La eterna ecuación entre el 4-4-2 o el 4-2-3-1.

Buen árbitro, el toledano Soto Grado inscrito en La Rioja. A los mallorquinistas no les gusta por que consideraron que prolongar 7 minutos en Vallecas en el partido de Copa fue muy poco. Al Rayo le debieron parecer muchos. En la liga es la primera cita.