Goles de sobra (4-2 en Son Moix)

El Mallorca, sorprendentemente más eficaz en ataque que en defensa, superó ampliamente a un Villarreal frágil atrás y premioso arriba, que tuvo que apechugar en inferioridad numérica desde los 22 minutos por la expulsión justa de Trigueros al repeler una falta de Dani Rodríguez, amonestado en dicha acción. Pese a igualar el marcador en dos ocasiones, Pepe Reina pudo salir humillado si Kadewere y Kang-in Lee hubieran dado con la portería solos ante el portero.

ALINEACIONES:

R.Mallorca.- Rajkovic (2), Maffeo (2), Gio (1), Raillo (1), Copete (0), Jaume Costa (1), Dani Rodríguez (3), Galarreta (1), Kang-in Lee (1), Kadewere (2) y Muriqi (2).

A los 73 minutos, Battaglia (1) por Dani Rodríguez; a los 77, Nastasic (1) por Copete y Angel (1) por Kadewere; a los 80,  Abdón (-) por Kang-in Lee y Grenier (-) por Muriqi.

Villarreal C.F.- Reina (0), Foyth (1), Albiol (0), Pau Torres (0), Mojica (1), Trigueros (0), Capoue (1), Parejo (1), Chukwueze (1), Morales (1) y Yeremi (1).

En el minuto 66, Baena (1) por Yeremi y Hassan (1) por Chukwueze; en el 88, Fer Niño (-) por Morales y Terrats (-) por Capoue.

ARBITRO:

Sánchez Martínez (2), del Comité de Murcia. Apenas se equivocó en sus decisiones. Pitó 16 faltas contra el Mallorca y 9 a favor. Mostró tarjeta roja a Trigueros, del Villarreal por agresión a Dani Rodríguez a los 22 minutos y amonestó a Raillo, Copete, Jaume Costa, Nastasic y Dani Rodríguez.

GOLES:

Minuto 19, Reina recibe un balón largo al que no puede llegar Kadewere, pero intenta jugar por arriba con un defensa, se anticipa Muriqi que gana la línea de fondo y cede a la frontal del área pequeña donde el de Zimbabwe marca sin oposición. 1-0

Minuto 42, Raillo no controla una cesión de Gio, roba Morales que le gana por velocidad y bate por bajo a Rajkovic. 1-1

Minuto 44, Maffeo mide un centro a la cabeza de Dani Rodríguez que remata implacable e imparable. 2-1

Minuto 49, otro fallo en la salida de balón, esta vez de Copete, pasa Capoue sobre Yeremi y este profundiza hacia Chukuweze que pica sobre el intento de Rajkovic. 2-2

Minuto 56, Dani Rodriguez, de nuevo de cabeza, en un saque de esquina. 3-2

Minuto 63, Raillo, incorporado al ataque, gana la espalda de la zaga amarilla y toca suave sobre Muriqi que, solo, cruza con la zurda a la escuadra de la portería defendida por Reina.4-2

13.957 espectadores

DE REGALO VA

El vocero de la tómbola trataba de vender sus boletos en la Feria de Ramos: «¡de regalo, de regalo va para todo el mundo» y como si le escucharan con claridad, los zagueros del Villarreal y del Mallorca se afanaron en premiar a los apostantes. Unos desconocían que Muriqi siempre saca billete y antes de que un veterano como Trigueros cometiera una estupidez de principiante al repeler una falta de Dani Rodríguez dejando a su equipo con diez, la fe del kosovar y el error de otro experto, Reina, ponían a los «groguets» en desventaja en el terreno de juego y en el marcador.

Javier Aguirre había estudiado bien al visitante. Ahogó en orígen la posesión del enemigo, sacrificando a Kadewere en una marca individual sobre Parejo que desquició tanto a este como a sus compañeros. Mucho hicieron al restablecer por dos veces el empate debido a la gentileza de los otrora seguros defensas locales para devolver con exquisita educación el inicial obsequio recibido antes. Alegría que duró poco, dos minutos en primera instancia y cinco en la segunda, porque aunque Helenio Herrera dijera que con diez se juega mejor que con once para justificar una derrota frente a un rival en inferioridad, ni él mismo se lo creyó jamás.

No es menos cierto que el mejicano leyó la batalla mejor que su oponente. Ya en la segunda parte corrigió la posición de Kadewere que de lobo de presa pasó a segundo delantero, junto al incansable Muriqi. Setién reaccionó muy tarde y cuando se dio cuenta ya no pudo prescindir de un jugador en su retaguardia y si, logró meter al Mallorca en la cueva con la presencia de Alex Baena que tuvo que haberse producido mucho antes. Al decidirse el marcador ya reflejaba una ventaja considerable a favor del anfitrión, ahora sin regalos groseros,  que, al contragolpe, pudo haber goleado si Kang-in Lee no hubiera llegado sin resuello ante Reina en una cabalgada de setenta metros para resolver sin fuerza y excesivamente cruzado o el citado Kadewere hubiera acertado en oportunidad similar.

La temprana, aunque justa, expulsión pudo marcar la suerte de la contienda, no cabe duda, pero no podemos negar la evidencia de que los locales, con su habitual entrega y solidaridad, se emplearon con mayor elasticidad táctica que un enemigo cuyo capitán hizo añicos una planificación inservible antes de la media hora. Y los errores, como los fallos, se pagan, pero los de marcaje en acciones a balón parado, donde todo se iguala, son inaceptables. Un 3-0 sin equivocaciones, tampoco hubiera cambiado el destino.