Humillación excesiva (1-5 en Son Moix)
Un penalti, antes de una hora de partido, de esos que el defensa niega. el delantero reclama y no se pitan nunca a favor de los modestos, marcó el rumbo final de un partido en el que Mallorca plantó cara al Barça en la primera parte (1-1), pese al cúmulo de errores en forma de imprecisión, pérdidas y regalos que no se pueden cometer cuando uno se enfrenta a un rival superior. La diferencia del equipo de Arrasate al de Flick es obvia, pero tampoco tanta como reflejó este marcador un tanto engañoso para el ganador y excesivo para el derrotado.
ALINEACIONES:
R.Mallorca.- Leo Román (2), Maffeo (2), Valjent (0), Raíllo (0), Mojica (0), Samu (1), Morlanes (1), Valery (1), A.Sánchez (1), Sergi Darder (2) y Muriqi (1).
Minuto 66, Dani Rodríguez (1) por Sergi Darder y R.Navarro (0) por Valery. Minuto 77, Abdón (-) por Muriqi, Larin (-) por A.Sánchez y M.Jaume (-) por Maffeo.
F.C. Barcelona.- I.Peña (1), Koundé (1), Cubarsí (1), I.Martínez (1), Balde (1), M.Casadó (2), Pedri (1), L. Yamal (2), Olmo (1), Raphinha (2) y Ferrán (1).
Minuto 71, De Jong (2) por Olmo y P.Víctor (2) por Ferrán. Minuto 81, E.García (-) por M.Casadó y Gavi (-) por Pedri. Minuto 85, Fermín (-) por Raphinha.
ARBITRO:
Gil Manzano (1). Acertó en los numerosos fueras de juego en que incurrieron los delanteros del Mallorca, incluso al no señalar infracción en el tanto que supuso el empate antes del descanso. Riguroso, no equivocado, en la pena máxima que decretó por derribo de Mojica a Lamine Yamal a los 56 minutos. Repartió tarjetas amarillas: cuatro para el Mallorca (Valjent, Raillo, Mojica y a Abdón en el banquillo) y tres para el Barça (Cubarsí, M.Casadó y Pedri). Castigó al anfitrión con 18 faltas y al invitado con 16.
GOLES:
Minuto 11. En un balón sin complicaciones, Mojica, Valjent y Leo Román se lían y se lo dejan a Ferran que, a portal vacío, solo tiene que empujarlo. 0-1
Minuto 42. Pase en profundidad en fuera de juego que Maffeo rompe en carrera desde atrás, para llegar al primer palo y ceder a Muriqi en el segundo para que bata sin dificultad al desplazado portero visitante. 1-1
Minuto 56, Lamine Yamal gana en carrera a Mojica que contacta con él dentro del área. Penalty que transforma Raphinha. 1-2
Minuto 73, acción análoga a la anterior con los mismos protagonistas, esta vez sin infracción de por medio, tras un pase largo y picado que el brasileño remata a placer en el segundo palo. 1-3
Minuto 79, otra contra del Barça, con el Mallorca desordenado y ya entregado, cuyo centro rechaza como puede Mojica, pero le cae a De Jong solo. 1-4
Minuto 83, en pleno desconcierto local, nueva salida del Barça en superioridad numérica que, con Leo Román batido, culmina Pau Víctor. 1-5
El Mallorca sacó 2 saques de esquina, por 5 el Barça
22.372 espectadores
PECADO MORTAL
Los pecados veniales se expían con algún rezo breve y un sincero acto de contrición, los mortales reciben mayor sanción y aunque la aplicada al Mallorca parece demasiado severa en atención a su esfuerzo e intensidad, los pupilos de Arrasate no sabían que contra ciertos enemigos no se pueden cometer más errores que los inevitables ni se habían aprendido la lección donde se explica cómo superar una línea defensiva adelantada sin caer en fuera de juego. No vale que tampoco el Real Madrid hubiera aprobado esta asignatura.
Solo Maffeo pasó el corte merced al cual Muriqi empató poco antes del intermedio cuando la voluntad del más débil minimizaba la superioridad del más fuerte. Gentil e impropio obsequio aparte, ni Ferrán ni Yamal había encontrado el camino del gol, cortado para los de casa cuando intentaban atravesar el centro del campo debido a un pase excesivamente tardío, al retorno cansino a sus posiciones reglamentarias, escasa precisión y demasiada precipitación. Aun así, contrariamente a lo esperado, había batalla.
Puede que Mojica todavía no haya digerido el ingénuo penalti cometido ante el Valencia haca solamente cuatro días. Debió pensar más en el golazo que marcó en Gran Canaria para adquirir fuerza, ánimo y moral en la misión que se le había asignado: vigilar a Lamine. Lo logró mientras tuvo ayuda, pero en cuanto la perdió de vista como consecuencia del cansancio que sus compañeros empezaban a acusar y el extremo le ganó en velocidad en cada uno de sus mano a mano, se empezó a mascar la tragedia. Penalti, discutido o no, discutible o no, que acabó con la resistencia.
El Barça ha podido superar lo que ha llamado una minicrisis, pero tampoco debería caer en la trampa de aferrarse a una goleada obtenida a lomos de defectos locales que por mérito y buen juego de sus futbolistas, cuya calidad es indudable. Cada uno de sus goles nacieron en pérdidas de balón a medida que los hombres de Arrasate se desgastaban y desesperaban en superar la presión a la que fueron sometidos. Fue una victoria obtenida a partir del desvanecimiento del vencido y no tanto por mérito del ganador en una lucha desigual.
De cara a la Supercopa, dentro de un mes, habrá que tomar nota de lo que cada uno ha hecho bien o ha hecho mal. Hay materia para empollar.