La confianza se paga

La determinación del Córdoba al comienzo de la batalla, nunca mejor dicho, y su reacción tras el circunstancial gol del empate ya en la segunda parte, pudieron más que el juego del Mallorca más entregado a la épica, sobre todo al final, que a la inteligencia. Si hay enemigo pequeño, aunque su propia desesperación le proporciona fuerzas de las que carece, pero no hay grandeza suficiente si el exceso de confianza sustituye a la personalidad y uno tiene que acabar remando contra corriente.

ALINEACIONES:

Córdoba C.F.- Marcos (1), Fernández (1), Quintanilla (1), M.Flaño (1), Menéndez (1), Luis Muñoz (1), Bodiguer (1), Jaime (2), A.Martín (2), De las Cuevas (2), Piovaccari (2).

Minuto 50, Alex Vallejo (1) por Luis Muñoz. Minuto 74, Carrillo (1) por Piovaccari. Minuto 79, Touré (-) por A.Martín.

R.Mallorca.- Reina (1), Sastre (0), Valjent (1), Raillo (1), Estupiñán (1), Baba (1), Salva Sevilla (2), Leo Suárez (0), D.Rodríguez (1), Lago Jr. (1), Budimir (1).

Minuto 45, Ariday (1) por Baba. Minuto 58, Abdón (1) por Leo Suárez. Minuto 63, Salva Ruiz (1) por Estupiñán.

ARBITRO:

López Toca (0) del comité de Cantabria. Mal ayudado en las bandas dió validez al primer gol del Mallorca con falta previa de Abdón y fuera de juego de Lago Jr. y al segundo del Córdoba en posición antirreglamentaria de Piovaccari.  Si acertó en el penalti de Leo Suárez a A.Martín que De las Cuevas tiró fuera. Mostró tarjetas amarillas a Luis Muñoz, Bodiguer, Jaime y Piovaccari, por los locales y a Estupiñán de los visitantes. Expulsó a Vicente Moreno en el último cuarto de hora.

GOLES:

Minuto 5, centro desde la izquierda que Piovaccari toca abajo al palo opuesto. 1-0

Minuto 60, barullo dentro del área cordobesa que resuelve Ariday. 1-1

Minuto 65, centro desde la izquierda de nuevo, y Piovaccari pica de cabeza al segundo palo. 2-1

Minuto 73, impresionante tiro desde fuera del área que De las Cuevas clava en la escuadra a la izquierda de Reina.3-1

Minuto 88, barullo cerca de la meta local que resuelve Abdón en colaboración de un defensa. 3-2

COMENTARIO:

Nunca hay que desdeñar el poder de la desesperación. La necesidad genera más recursos que lo accesorio aunque sea a través de la improvisación. El Córdoba saltó al terreno de juego agobiado, con el agua del descenso al cuello, y su disposición nada más ponerse el balón en juego le permitió superar a un Mallorca demasiado convencido de que el viento de la jornada y la clasificación de su rival iban a rolar a su favor. Que se lo pregunten al Granada, que también cayó en Soria o al Málaga, el Albacete o el Almería que no pasaron del empate con contrincantes en hipótesis inferiores, pero lo que se presentaba como una oportunidad de recortar dos puntos, se convirtió en la realidad de ceder uno más. La derrota no supone un paso atrás muy serio, pero impide haberlo dado hacia adelante.
  Alguien se olvidó de tomar nota de que la fragilidad defensiva de los andaluces, que sorprendieron con un cambio en la portería, corre pareja con su eficacia goleadora. El desarrollo del partido nos puso al día . Los tres goles y las jugadas de mayor peligro verdiblanco llegaron por su banda izquierda, la que cubría Sastre con la ayuda de Leo Suárez, un futbolista que aporta mucho menos de lo esperado y se alinea más por la fama que le precede que por lo que ha mostrado desde su desembarco. Pero, entretenido en su propio disgusto y poco habituado a las vías de agua de sus muros, Vicente Moreno concedió más importancia a las escaramuzas entre líneas de Martín frente a un la impotente Baba que a la autopista abierta en el flanco por el que, por si faltara poco, se produjo un penalti que malogró De las Cuevas y pudo haber sentenciado antes.
  Tras el descanso, Dani Rodríguez retrasó su posición y el técnico metió más cera con la entrada de Ariday, completada por Abdón dos minutos antes de que el canario restableciera las tablas. Sin embargo la angustia reactivó al pobre, otra vez por el ala de marras, y el fallón del máximo castigo retrató a Reina para relegar al maquillaje el embarullado tanto que puso emoción en la eterna prolongación del naufragio. La épica está bien para los comics del Capitán Trueno, sin embargo las hazañas muchas veces son invento de los tebeos u otros soportes de ficción y no siempre consiguen enmascarar el paisaje.