La «marca» ya no vende
La honestidad y la ingenuidad suelen cabalgar juntas. Vicente Moreno siempre me ha parecido un profesional honrado, de ahi que no me haya sorprendido su confesión respecto a las posibilidades que tiene el Mallorca de incorporar a Naranjo, el extremo que él tuvo en Tarragona y el Celta acabó cediendo al Racing de Genk, en Bélgica. La ficha del jugador asciende a 750.000 euros y el técnico cree poder convencerle de que venga por bastante menos en atención a la «marca», es decir la imagen del club cara al exterior. Y eso, como explicábamos hace un par de días, era antaño. Ya no.
Sin entrar en la decisión final del objeto de deseo hubo, en efecto, un tiempo en que el nombre, el escudo o la camiseta pesaron. Los agentes hacían cola en la sala de espera de Son Moix para ofrecer o colocar a sus representados y militar en un equipo que luchaba por entrar en competiciones europeas ilusionaba a los aspirantes. Eran momentos en los que en las oficinas se vendía y se compraba, en cambio ahora como mucho se alquila y no hay nada ni nadie a quien vender. Al contrario, se van. Montiel, Alberto y media corte celestial.
Brandon Thomas también tiene una ficha alta, pero el Osasuna ha sabido negociar, solo se hace cargo de la mitad de sus emolumentos y se cita con el cedente en primera división. Y, la verdad, no veo por qué la «marca» Osasuna es peor que la del Mallorca, ni la del Zaragoza, el Oviedo, el Deportivo, Las Palmas, Tenerife, Sporting, Cádiz y otros tropecientos.
No sé qué le contaría el señor Sarver al preparador valenciano, sin duda sorprendido en su buena fe.