Quien a hierro mata a hierro muere y el Mallorca cayó en Santo Domingo con armas muy parecidas a las que usa habitualmente. No es que el Alcorcón fuera mejor, sino que falló menos y marcó primero. Se adelantó a los 13 minutos, pudo sentenciar al final ante un visitante desordenado en busca de un empate imposible, pero se dedicó básicamente a controlar la situación y dejar pasar los minutos vista la ineficacia visitante a pesar de las facilidades que concedió puntualmente la zaga alfarera.
ALINEACIONES:
A.D. Alcorcón.- Dani Jiménez (1), Laure (2), Burgos (1), David Fernández (0), Aly (1), Dorca (1), Toribio (1), Sangalli (2), Nono (2), Alvaro Peña (1) y Jonathan Pereira (2).
A los 72 minutos, Rodas (1) por Alvaro Peña; a los 76, Felipe Alfonso /1) por Aly y Víctor (2) por Jonathan Pereira.
R.Mallorca.- Reina (2), Gámez (1), X.Campos (1), Valjent (1), Salva Ruiz (1), Salva Sevilla (0), Pedraza (0), Valcarce (0), Lago Jr. (0), Carlos Castro (0) y Abdón (0).
A los 52 minutos, Ariday (0) por Valcarce; a los 56, Dani Rodriguez (0) por Pedraza y a los 68, Alex López (1) por Carlos Castro.
ARBITRO:
Areces Franco (2), del Comité Asturiano. Le reclamaron dos penaltis en el área bermellona que no lo parecieron. Mostró tarjetas amarillas a Valcarce y Salva Sevilla del Mallorca y a Burgos, Sangalli y Víctor, del Alcorcón.
GOL:
Minuto 13, centro raso desde la derecha que se pasea en paralelo a la portería sin que nadie lo intercepte y Jonatan Pereira marca a placer. 1.0
COMENTARIO:
Este vez no hubo premio o, mejor dicho, se lo llevó quien menos fallos cometió aunque también incurrió en infinidad de errores groseros e imprecisiones. Y ahí es donde quizás haya que recriminar a los jugadores del Mallorca, incapaces de aprovechar el nerviosismo de la defensa local, generosa en regalos que solo Gamez medio de rebote estuvo a punto de agradecer si el palo no lo hubiera evitado. Pero de largo ha sido el peor de los tres partidos disputados hasta la fecha por los de Vicente Moreno que arriesgó al final con jugadores más ofensivos a costa de dejar atrás huecos más que suficientes para que el Alcorcón no tuviera necesidad de terminar pidiendo la hora. Otra vez apareció Reina para evitar una debacle mayor, con la colaboración, todo hay que decirlo, de los ingenuos delanteros locales.
Cristóbal Parralo, el técnico alfarero, regresó de Palma hace quince días con la lección bien aprendida. Cerró bien las bandas por donde Valcarce y Lago Jr. dejaron de existir y cortó su conexión con los laterales, a quienes tanto Nono por la izquierda como Sangalli por la derecha dieron un montón de trabajo que les impedía pensar en incursiones temerarias. Y el gol, en efecto, llegó por el lado de Salva Ruiz al tiempo que sus compañeros se limitaban a observar el recorrido del balón que Jonathan Pereira remató muy cerca de la portería. Unico gol en medio de otras tres ocasiones que rondaron la línea visitante por las dos que sufrió el meta madrileño, la del poste ya señalada y un remate de Castro al quinto infierno, no el de Dante sino el que sufrimos todos los que tuvimos que soportar con verdadero estoicismo más de noventa minutos de vulgaridad e impotencia. No ganó el mejor, sino el que menos se equivocó.
El Mallorca busca permanentemente el faro de Salva Sevilla y ayer allí perdió su silla. En posiciones muy retrasadas, el andaluz no encontró inspiración y siempre se vio rodeado de enemigos que cerraban sus líneas de pase. Sin extremos solo quedaba intentar el fútbol directo en busca del Abdón más reconocible, no el que vimos en las dos jornadas anteriores. La apuesta de Dani Rodriguez, más ofensiva, para retirar a un hombre de contención, Pedraza no funcionó básicamente porque el sustituto jamás logró conectar con sus colegas de ataque. Esta vez el plan no salió. Marcaron ellos primero.