Los mismos de siempre

Los horarios de los partidos de liga son buenos, impuestos, para la televisión pero, en general, malos para los aficionados, sobre todo porque no saben a qué atenerse en el momento de adquirir sus abonos de temporada.

El Mallorca no tiene motivos de queja. Por lo que se refiere a los partidos disputados en Palma, solo cuatro se programaron a las dos de la tarde, en teoría le peor hora, únicamente tres el viernes por la noche y solo uno el lunes donde, curiosamente, se registró la tercera mejor entrada de la liga, dado que era festivo y el Athletic visitaba Son Moix, lo que atrajo a 16.807 espectadores. Ni que decir tiene que el mayor número de aficionados se  dio ante el Real Madrid, 18.258 y eso que fue a mediodía, y el Barça, 18.103 a las nueve de la noche.

Tanto dentro como fuera, la mayoría de encuentros, veintidós, los jugó entre las cinco y las ocho de la tarde, por ocho en horario de comida y otros tantos en el de la cena.

Pero las cifras no mienten y, con reformas o sin ellas, la media de seguidores o público en general que se cita en las gradas del estadio del Camí dels Reus, sigue anclada en poco más de 14.000 almas, sea cual sea la hora y la estación, indicativo de que la influencia de la programación decretada por la Liga de Fútbol Profesional, no influye decisivamente en los índices de afluencia. Mucho ruido en redes sociales y pocas nueces en tribuna.