Más que mercado, una feria
Que el fútbol mundial y el español en particular se hayan convertido en una especie de feria en poder los llamados agentes FIFA o intermediarios lo demuestra el hecho de que se permita fichar con la competición ya en marcha. No tiene ningún sentido que un futbolista que empieza la competición con un equipo pase a defender a otro tras la primera o segunda jornada, como no lo tiene que no exista ninguna cláusula que lo impida en el mercado de enero, otra puerta abierta en plena liga a la vorágine de transferencias, comisiones y opacidades que esconden la mayoría de transferencias. Añádase la trampa que se dan en las cesiones entre clubs cuando el cedente impone al cedido la prohibición de alinearse en su contra cuando el calendario lo decida. Todo en su conjunto se enreda en el bosque de la manipulación que consta de muchos árboles.
Este fin de semana arrancan la primera y segunda división en España, pero el mercado no se cierra hasta los pimeros días de septiembre. Una aberración. Pongamos como ejemplo próximo y directo, el Valencia-Mallorca de la tercera jornada. Podría darse el caso de que uno o más jugadores a las órdenes de Marcelino pasaran a las de Vicente Moreno pero, eso si, con la limitación de no poder jugar ni en Mestalla ni en Son Moix. Sobrarían comentarios y se extendería innecesaria y quizás injustificadamente, la sombra de la sospecha.