No hay quien les tosa (0-1)

Además de al Espanyol y al Almería, el Mallorca también fue muy superior al Leganés. Un gol de Amath a pase Abdón mandó a la lona a los de Pep Lluis Martí cuya ocasión aislada llegó a los 91 minutos en un remate fuera de José Arnaiz en la única duda registrada en la zaga balear a los largo de la tarde. El conjunto madrileño no puede justificar el resultado en la expulsión de Rober Ibáñez a los 38 minutos porque también con él sobre el campo era claramente inferior técnica y tácticamente al cuadro visitante.

ALINEACIONES:

C.D.Leganés.- Cuéllar (1), Palencia (1), Ignasi Miquel (2), Tarín (0), Javi Hernández (1), Rubén Pérez (0), Rubén Pardo (0), Gaku (0), Rober Ibáñez (0), José Arnaiz (1) y Borja Bastón (0).

Minuto 69, Rosales (1) por Rubén Pardo. Minuto 84, L.Perea (-) y S.Merino (-) por Rubén Pérez y Borja Bastón.

R.Mallorca.- Reina (1), Sastre (1), Valjent (1), Raillo (1), Oliván (1), Galarreta (2), Salva Sevilla (2), A.Sánchez (1), Dani Rodríguez (1), Amath (2) y Abdón (2).

Minuto 45, Mboula (2) por A.Sánchez. Minuto 59, Cufré (1) por Oliván. Minuto 84, Baba (-) por Salva Sevilla. Minuto 88, Febas (-) por Dani Rodríguez y Alex Alegría (-) por Abdón.

ARBITRO:

Sagués Oscoz (1), de Guipuzcoa. Muy protestado por los locales, cometió algunos errores de apreciación. Mostró dos tarjetas amarillas a Rober Ibañez, al que expulsó a los 38 minutos. También amonestó a Antonio Sánchez, del Mallorca y a Martí en el banquillo.

GOL:

Minuto 61, Salva Sevilla recoge de un saque de banda, mete el balón en el área para Abdón que, a trompicones, hace la pared con Amath quien marca por bajo sobre la salida de Cuéllar. 0-1

A NUEVE PUNTOS

Es mucha diferencia aunque todavía no haya terminado la primera vuelta del campeonato y visto lo que vimos sobre el excesivamente mojado césped de Butarque es lo que separa a un equipo hecho y derecho, con las ideas claras y un patrón sencillo, de otro muy peleón e intenso aunque sin ideas ni fundamento.

La concentración presente en ambos bandos, la presión insistente en el centro del campo y la ausencia de llegadas con algún peligro, presagiaban otra siesta perdida. El balón iba casi de rebote de un bando a otro y sin embargo siempre estaba más tiempo en los pies del visitante que en las botas del anfitrión. Cuando siete minutos antes del descanso Rober Ibáñez se ganó innecesariamente una tarjeta roja todos sabíamos que al Mallorca no se le pueden regalar ciertas ventajas. Pero no es excusa para paliar la segunda victoria forastera registrada en Butarque, porque incluso con ambos conjuntos al completo, el Leganés no había hecho mucho más que lo que hizo más tarde, defender con ahínco su parcela.  Solo que en la segunda parte lo hizo sin el menor interés de cruzar el círculo central aunque solo fuera para marcar la raya.

Solo hay una manera de poder batir a los bermellones: jugar mejor al fútbol. Lo hizo el Sporting en Palma y ni aun así lo consiguió. Hacerlo por empeño, fuerza o empuje es inútil porque ninguna de las tres cosas faltan en el bloque construido por Luis García Plaza que, de paso, ofreció un «clínic» a Pep Lluis Martí al precio de la victoria, muy caro para el palmesano. El cerebro de su equipo, Rubén Pardo, se quedó sin materia gris, dejó a sus compañeros de ataque sin alimento mientras Salva Sevilla y Galarreta aseguraban el trigo en su granero y cuando llegaron los minutos del hambre solo había pan para el vencedor.

Con Borja Bastón aislado en medio de un océano gobernado fácilmente por Valjent y Raillo, Arnaiz y Gaku sin alas para volar más rápido que Sastre y Oliván y, después, su inferioridad numérica, solo era cuestión de madurar el fruto. Con alguno de sus mimbres ya desvencijados por agotamiento, no hubo relevos hasta el minuto 84, cuando el banquillo rival estuvo operativo desde el intermedio. En fin, uno puede buscar todas las explicaciones que quiera, pero no hay más que una sola verdad: hoy por hoy al Mallorca y en Segunda no hay quien le tosa.