No ofende quien quiere
La ha liado parda Javier Tebas en su cruzada contra la Federación a costa de la Copa del Rey que justamente ganó el Mallorca al Recreativo. Cuando metes la pata, por muchas veces que lo hagas y las del presidente de la LFP no son pocas, es aconsejable no removerla porque, al querer arreglar lo estropeas más. No revolver la mierda porque huele peor.
En efecto, el torneo del KO hace tiempo que perdió interés, pero no por la desidia de los grandes, sino porque el premio no compensa el esfuerzo. Esta no es una competición pura ni siquiera bajo el formato que impone Rubiales. Ya lo dejó de ser porque ese presunto «regreso» de los poderosos al campeonato por eliminatorias se produjo por los escandalosos privilegios que parten desde su ausencia en los primeros cruces por incompatibilidad con sus participaciones en Champions o Europa League, hasta la ventaja pornográfica de reservarse el partido de vuelta en casa por si las moscas.
Si, precisamente fue el Mallorca el último finalista de la Copa de Europa de Campeones de Copa. La UEFA, en su inacabable ambición económica, se la cargó para potenciar cuantitativamente la Europa League. Las federaciones que la integran debieron copiar la medida y terminar de una vez por todas con un torneo manipulado de principio a fin que, después de tanta dedicación y coste humano, termina en nada. Si, ese sitio del que nunca debió salir el ínclito patrón de patrones del fútbol español.