Otro estadio, mismo equipo

Al leer en redes sociales que el Mallorca ha hecho llegar una oferta al Troyes francés por un delantero llamado Mama Samba, nos queda la duda de si hay más interés en colocar a Grenier que en fichar a nadie. Miren, no hacían falta cinco amistosos de pre temporada, por decirlo finamente, para constatar la realidad: A) Javier Aguirre va a a jugar a lo mismo desde que llegó y B) No hay mejoría posible sin la llegada de un centrocampista con mando en plaza y un delantero contrastado. Eso si hablamos de mínimos.

Esto lo sabíamos antes de las vacaciones y sin necesidad de hacer pruebas con ocho chavales de la cantera que no van a jugar, de momento, en primera división. Lo que no pensábamos y no acabamos de entender es que nadie se haya dado cuenta de que los años no pasan en balde y dar por sentado que Raillo y Dani Rodríguez están libres de desgaste supone un riesgo cada vez más evidente. Respecto al gallego sorprende que no aguantara más de una hora sobre el campo en las últimas jornadas de liga y ahora se chupe los 90 minutos al sol y en pleno mes de julio. Otro sin recambio previsto.

Nadie diría que el contrato de Pablo Ortells caduca dentro de once meses. O si. Depende del color del cristal con que se mire porque, en suma, da la sensación de que no es fácil superar el conflicto de intereses reinante entre la necesidad de confeccionar una plantilla mejor y el dinero que los dueños americanos están dispuestos a gastar para ello pese a las generosas subvenciones recibidas desde el Consell Insular de Mallorca y l’Ajuntament de Palma, más allá de los ¿17 millones? ingresados por el traspaso de Kang in Lee.