¡Pónganse las pilas!
Puesto que desde ahora mismo y hasta finales de mayo vamos a sufrir tres meses de bombardeo electoral, parece oportuno recordar que uno de los asuntos pendientes en la ciudad de Palma, a secas o de Mallorca, es una solución definitiva al contencioso que se mantiene en torno al viejo y ya derruido Lluis Sitjar. Ni el PP de Isern, ni el PSOE de Hila, así como tampoco el Mes de Noguera han encontrad la manera de lidiar a este morlaco cuyo corrida encabezan Maheta Molango y Joan Aguiló en representación de la propiedad dividida entre el club y la Asociación de Copropietarios.
Este gato de siete vidas persiste sin que nadie le ponga su cascabel. Los dueños del Mallorca, a través de sus ejecutivos, no persiguen más objetivo que liquidar a sus forzosos compañeros de viaje sin hacerles la menor concesión en aras de sus adquiridos derechos que han rechazado por dos veces las humillantes ofertas que se les han trasladado. Ni los poco más de dos mil euros por título anunciados desde Son Moix, ni los menos de quince mil, sin plazo ni forma de pago, lanzados por la bicefalía de Cort con el chantaje de un acuerdo previo con la entidad mallorquinista, han desacomodado a los herederos de quienes colaboraron con el club a fondo perdido sin prever el posterior y largo desarrollo de los acontecimientos.
L’Ajuntament de Palma ha marrado en todas sus actuaciones. Nadie ha entendido que la cuestión no reside ni en beneficiar a los dueños de la SAD, que suficiente tienen con el regalo que les hizo Joan Fageda con el convenio de uso o alquiler que les firmó, ni enriquecer a los copropietarios del viejo Es Fortí. Lo que importa de verdad es arreglar la imagen y la infraestructura de un espacio hoy dia integrado en pleno centro urbano que, en su estado, avergüenza tanto a sus visitantes, como a sus moradores y vecinos.