El desamor de Maffeo

Pablo Carmine Maffeo Becerra, nacido hace 26 años en Sant Joan Despí (Barcelona), cumple su tercera temporada en el Mallorca, al parecer a disgusto, con el cual tiene contrato hasta junio del 2026. Empezó en el Español Juvenil, después al B y lo mismo las tres campañas sucesivas, juvenil y B del Manchester City. De allí recaló, cómo no, en Girona y en viajes de ida y vuelta terminó por ser cedido al Stuttgart para regresar a Montilivi y cerrar sus vuelos para reforzar al Huesca en su efímero paso por primera división. Su siguiente etapa, Palma.

Titular indiscutible durante sus dos primeras ligas por delante de Gio Gonzalez, cabe definirlo como un lateral rápido, con buen recorrido, vocación ofensiva, expeditivo (duro para algunos), no depurado técnicamente, pero con buen manejo de balón, potente saque de banda y centros de precisión irregular. Fuera del campo, aficionado y amante de les redes sociales, primordialmente «Twitter», donde se ha enzarzado con quienes le han criticado ferozmente sobre todo a raíz de su implacable marcaje y batalla con Vinicius en Son Moix durante la visita del Real Madrid en la pasada competición.

Siempre a través de este medio o «Instagram», se ha venido quejando de la falta de apoyo por parte del club ante los ataques que recibe a través de Internet. Javier Aguirre se ha referido a ello en varias ocasiones y distintas ruedas de prensa, pero el tono regular de su rendimiento presente, tal vez como el del equipo, no debería responder a un asunto tan nimio.

Tampoco imaginamos que su convocatoria con la Selección Argentina al frente de la que continúa Leonel Scaloni, que ocupó en el Mallorca su misma demarcación y reside largas temporadas en la Isla, haya elevado su autoestima más allá de lo razonable o, si se quiere, evidente. No bajó de la grada en ninguno de los partidos para los que fue llamado, por tanto no se nos ocurre atribuir su deseo de abandonar el club, especificado en respuesta a sugerencias emitidas siempre en redes desde Sevilla o por boca, en este caso mano, de algún o algunos aficionados que ya le han perdonado su marcaje a Ocampos, por ejemplo.

Cuando en mis tiempos de director de medios de comunicación alguien entraba en mi despacho con la cantinela de «mire, es que he recibido una oferta de……», no le dejaba terminar la frase sino que le invitaba a aprovecharla de inmediato. No sé si es que en el Mallorca las formas son distintas, seguro que si, o quizás es que en el Sevilla CF, donde ya bastante tienen que pensar en cuestiones más graves, nadie ha respirado al respecto. En «Twitter» hay un enorme ruido, pero no viene de la cáscara de una sola nuez. «A enemigo que huye, puente de plata», dijo don Gonzalo Fernández de Córdova y no Napoleón. Y si «era» amigo, mucho mejor.