Regreso al futuro

En su resumen de final de temporada y satisfecho por los pocos errores que, a su juicio, se han cometido desde el VAR, -¡imaginen el ojo de halcón equivocándose!- el presidente del Comité Nacional, extraño organismo dependiente de la Federación Española de Fútbol en lugar de rendir cuentas a la Liga de Fútbol Profesional, ha reconocido que desde la cabina se ha intervenido en cinco ocasiones en las que no era procedente. Nos preguntamos si es que ni el titulado ante la pantalla, ni el trencilla en el campo no sabían cuándo y cómo es preceptiva la opinión extra estadio.

El colectivo arbitral siempre ha sido contrario a la aplicación de la tecnología. No les ha gustado a ellos ni a más de un entrenador o futbolista. Son lo que ahora se llama negacionistas, una actitud difícil de entender salvo que desconfíen de sus propios colegas. Se ha prometido crear un cuerpo de especialistas de VAR no vinculado al Comité. Llega tarde. Colegiados descendidos, retirados y de poco fuste siguen cobrando cada semana en funciones de teleespectadores. A ver quién le pone el cascabel al gato.

Lo más curioso, por no decir grave, es que el señor Velasco Carvallo anticipa que si no querían manos en el área, van a tener más porque, para terminar con la polémica de su más que dudosa regla y más extraña aplicación, ha anunciado que la próxima temporada será el árbitro de campo quien decida la intencionalidad de dicha falta o si la posición de los brazos es o no correcta. Vamos, que para este viaje no eran precisas tales alforjas porque el criterio del árbitro es lo que siempre ha imperado en el reglamento, para bien o para mal. Dicho de otra manera, que nos hemos gastado un pastón en máquinas, personal y sus gastos de mantenimiento para quedarnos donde siempre hemos estado. Nos hemos vuelto todos locos, si. Y no solo en eso.