11 marzo, 2020
Segundas partes…….
Andaba entre cálculos y disquisiciones sobre opciones de permanencia y descensos cuando me sorprende la noticia del regreso de Jorge Lorenzo cuatro meses después de su retirada. Vuelve a Yamaha, su casa, sin que resucite su vieja rivalidad con Valentino Rossi por salir primero en la foto. Quienes viven en los intestinos del mundo del motor aseguran que no es la morriña del torero que se ha cortado la coleta y desempolva el traje de luces. Es más, el misterio se desentraña por si mismo entre quienes conocen al mallorquín que, afirman, no da una sola puntada sin hilo ni una propina de más. Pistas en una película de Paul Newman, en su título al menos.
En fin, todo el mundo anda un poco desquiciado, leo que hasta Marc Márquez ha dejado a su novia, la joven Lucía Rivera. Y es que corren malos tiempos para Honda, ¿no?. No es que el piloto mallorquín les haya dejado con un palmo de narices, en realidad todos nos preguntamos qué iba a hacer allí, porque Jorge no tiene vocación de comparsa de nadie y, aparte, nunca le gustó la motos, mejor dicho las motos, que le dieron. No sería por el sillín.
Así que las aguas han vuelto a su cauce. Dicen los aficionados a los toros que cuando un maestro vuelve a los ruedos después de haberse retirado ya no es el mismo. Seguro. Sin embargo ello no impide que regresen porque cuando uno se acostumbra a ciertas cosas, cuesta mucho dejarlas. ¿Probador oficial de Yamaha?. ¡Vamos anda!ñ.